La final de la Copa Libertadores en Lima entre River Plate y Flamengo fue un reto asumido y sorteado con éxito, en una muestra de capacidad organizativa pese al escaso tiempo que se dispuso.
La sede única de la final copera no pudo ser mejor designación para que se dispare un montaje puesto en marcha por la Conmebol y el apoyo de la Federación Peruana de Fútbol.
Se suma el compromiso del gobierno que dispuso toda su capacidad para que la PNP desarrolle un plan de acción para el control y vigilancia, con la finalidad de evitar los desbordes.
Nosotros no teníamos vela en este entierro, solo prestamos la casa para la fiesta pero con el afán de que los hinchas brasileños y argentinos se sintieran acogidos en una Lima que se mostró solidaria.
Fue así, que el estadio Monumental de propiedad del club Universitario, atrapó a una audiencia de insospechado número de todo el mundo, atrajo todas las miradas y mientras cruzábamos los dedos para que todo saliera bien y sin problemas, ganó la fiesta del fútbol.
Una vez más se dio la capacidad de organización de los peruanos que se exigió al máximo para hacer bien todo, como si estuviéramos todos comprometidos en hacer quedar bien a la capital.
No faltaron los críticas de algunos colegas de Argentina especialmente que encontraron deficiencias como que el escenario estaba demasiado alejado del centro limeño.
Claro que el estadio Nacional hubiera sido el mejor escenario pero ese día había un cierto de salsa ya de antemano separado. Es que Lima no era en principio la sede sino Santiago de Chile, pero las protestas y el estado convulsionado en el vecino país del sur, permitió que Lima fuera la elegida.
Con todo, el partido fue un acontecimiento. La verdad es que los hinchas ayudaron. Teníamos muy malos recuerdos como el partido entre River Plate y Boca Juniors que se frustró y se tuvo que jugar la final en Madrid, España.
Fue un accidente que la capital ibérica acogiera una final de Copa Libertadores porque la Champions League de ninguna manera hubiera permitido que la final se jugara en Sudamérica.
Finalmente se jugó el partido con las tribunas abarrotadas, limpieza en el juego aunque con algunas incidencias que el rigor del partido exigía. Ganó Flamengo 2-1 en el cotejo que se definió en el tramo final con los goles de Gabigol.
Que Flamengo ganara la Copa Libertadores fue el resultado deportivo, en otro escenario hubo otro ganador. Ese ganador fue el Perú como si ya no estuviéramos con el pecho inflamado por la organización de los Juegos Panamericanos Lima 2019.