Argentina carga con el peso de su historia para ser protagonista y estar metido entre los candidatos para calzar el título de la Copa América. No obstante no acaba por acomodarse y entre suspiros de grandeza pasa penurias para evitar el desastre en medio del naufragio con tamaña vergüenza.
El elenco albiceleste tiene a Lionel Messi, considerado el mejor futbolista del mundo, pero no es suficiente sin el apoyo de un inefable surtido de acompañantes con pocos galones para ser los alfiles de la ‘Pulga’.
Pelé fue en su época el rey en medio de una corte que lo respaldaba y de ese modo Edson Arantes do Nascimento celebró los títulos mundiales que enzarzó en su brillante carrera. Lionel Messi no tiene ningún título mundial y ya los años le pasan factura.
Está ahí la diferencia tan marcada para que el crack del Barcelona se sienta tan desolado y sin voces que le hagan coro en los recitales que nunca se escucha en el escenario del certamen brasileño.
Lionel Scaloni, cuestionado y su cabeza a punto de ser colgada en el Obelisco, no tiene el mando necesario para navegar un barco de enorme calado y con el rumbo torcido en un mar encrespado.
En el inicio de la Copa América Brasil 2019 el once albiceleste cayó 2-0 con los cafeteros y ese resultado todavía resulta estrecho comparado con el 5-0 que la propia Colombia colocó aquel 5 de setiembre de 1993 camino al Mundial de Estados Unidos de 1994.
Los argentinos han sufrido derrotas memorables y se recuerda el 4-0 con que la Holanda de Johan Cruyff la goleara en el Mundial de Alemania 74. Pero el 6-1 de Bolivia en La Paz fue sumamente doloroso para el orgullo argentino. Ocurrió en las Eliminatorias del Mundial de 2010 para Sudáfrica.
Sin embargo el 5-0 de los colombianos en cancha de River Plate fue el más contundente y sobretodo porque aquel equipo del Pibe Valderrama, Freddy Rincón, Faustino Asprilla y el ‘Tren’ Valencia logró ese memorable resultado en la propia casa de los albicelestes.
O sea que Argentina pese a que ha logrado dos títulos mundiales en Argentina 78 y México 82, le salpica actuaciones de rancio abolengo como que se siente vulnerable en muchas ocasiones.
En esta Copa América apreciar a los argentinos sufrir para igualar con Paraguay es suficiente para que su alicaído potencial no encuentra sosiego con resultados tan descoloridos que obligara al propio Diego Armando Maradona saliera para cuestionar la pobre entrega del actuar equipo.
En cierto modo, es muy complicado entender lo que sucede en este equipo argentino y cobra renovada creencia de que Messi en Barcelona tiene leales asistentes y en su propio país, todos quieren jugar con él y en esa porfía comenten el peor pecado de darle pelotas divididas. Se diría arréglatelas como puedas, acaso no eres el mejor del mundo.