Los amigos que se van

 

Todos conocemos muchas personas, en el trabajo, en el barrio y en los diversos avatares dela vida diaria. Pero amigos del alma, de esos con quienes hemos compartido penas y alegrías muchas veces, seguramente tendremos menos. Hay quienes son muy amigueros hay quienes son selectivos para tener amigos.

Nos contaba hace años un colega que encontró a un anciano a quien conocía, muy deprimido y con los ojos llorosos. Cuando le preguntó qué le pesaba le contestó que se había muerto uno de sus amigos, que ya no tendría con quien jugar cartas o cachito y que ya no quedaba gente de su edad con quien pudiera conversar de sus cosas.

Cuando un amigo nos adelanta en el viaje eterno, a veces sufrimos tanto como si se hubiera ido uno de nuestros familiares. Y es que los verdaderos amigos pasan a ser parte de nuestra vida, están siempre presentes en nuestro medio familiar y los extrañamos cuando no los vemos.

La amistad es algo muy valioso que siempre debemos reconocer. Roberto Carlos lo dice en una de sus canciones: “Me dices verdades tan grandes con frases abiertas. Tú eres realmente el más cierto de horas inciertas”. Esto es verdad:

Los verdaderos amigos nos dicen aquello que otros no se atreven, porque es parte de la amistad decirles lo que pensamos.

Por eso debemos conservar las amistades. No es amigo quien busca al otro solamente cuando necesita ayuda y se aleja cuando es necesario apoyarlo.

Nuestra existencia es transitoria, y siempre es necesario decirle a los amigos lo mucho que los estimamos, cuánto valen para nosotros. No nos arrepintamos después por no haberlo hecho en vida ¿No les parece?.

 

Leave a Reply