Los matices del goleador

 

En la línea de buses Metropolitanos no solamente hay que formar largas colas, resistir empujones, esperar como transcurren los minutos sin que se aparezca la Línea C, por dar una letra. También, de paso de escuchar conversaciones de toda índole y por ahí discusiones siempre relacionadas con el más popular de los deportes: el fútbol. Hoy, por ejemplo, dos jóvenes hablaban de dos ‘9’ de la Selección: Claudio Pizarro y Raúl Ruidíaz. Enterados como estaban de la carrera de ambos, llevaron sus diálogos a un solo punto: por qué ambos tienen el sello de goleadores en sus equipos y no con la selección.

Pizarro que llegó a defender la rojiblanca en 85 partidos y a la que será difícil que vuelva tras calificar de ‘milongero’ a Gareca, solo anotó 20 goles. Raúl Ruidíaz que sigue siendo considerado por el entrenador argentino en la nómina seleccionable lleva apenas 4 goles en 42 partidos. Una verdadera sequía –y aquí sí las comparaciones resultan odiosas- si ponemos a ambos en la misma vereda que Leonel Messi quien en 136 encuentros con su selección ha convertido en 68 ocasiones y en compromisos europeos contándose Ligas y Champions en 457 encuentros se llenó la boca con el grito de ¡gol! 423 veces.

Y si voy a seguir hablando de goleadores en la Selección, tampoco es para colocar a sus autores del pasado en un altar y prenderles velitas misioneras. Teófilo Cubillas que tuvo 10 goles en los tres Mundiales que disputó (México 70, Argentina 78 y España 82) al contabilizarle su marca sobre las redes rivales, en 81 partidos que defendió los colores de la selección convirtió 26 veces. Julio César Uribe en 39 que vistió la rojiblanca hizo 9. Si nos vamos a la época de Lolo Fernández el cañonero cañetano en las décadas del 30, 40 y 50 encontraremos que de 24 partidos que jugó con la Selección anotó 32 goles y de 180 con Universitario hizo 156.

Paolo Guerrero, nuestro actual abanderado en la Selección no solo como capitán sino como máximo goleador con 39 goles. Solo en el torneo brasileño donde ha jugado por Corinthians, Flamengo y hoy en Inter lleva anotados 47 goles y ya alcanzó en el segundo lugar, entre los extranjeros, al colombiano Víctor Hugo Aristizábal.

Pero el tema de mi columna se centraba en Ruidíaz y el propio Pizarro. Hace apenas semana y media que el ex ‘9’ crema anotó un doblete en la victoria de su equipo Sounders de Seattle y para no perder la costumbre volvió a marcar dos el pasado martes en la final de la Conferencia Oeste de la Major League Soccer (MLS), en la victoria 3-1 ante Los Ángeles. Con 29 años espera seguir marcando y está lleno de fe. Una fe que tampoco la pierden sus hinchas estadounidenses que siguen sin explicarse cómo un delantero de tan alto nivel –y no de talla- haya decidido competir en un medio futbolístico que dista mucho de ser al del mexicano si hablamos de fronteras muy cercanas. Por ahora sigue en deuda con nuestros aficionados que le siguen pidiendo que juegue y anote goles como Paolo pero Raúl no cumple o mejor dicho sus defensas no lo dejan cumplir.

Pizarro con 41 años está a solo tres goles de llegar a los 200 como profesional en la Bundesliga este 2019 que se acaba y se muestra confiado mucho más ahora que anuncia su retiro a fin de año. Con un promedio de 14 goles por temporada que tampoco es alta ni menos baja en el exigente campeonato alemán, Claudio se fue de la Selección con deuda y hasta enemistado en cierta forma con Gareca.

No hace mucho, con mi amigo Julio César Uribe tocamos este tema de goles en la selección, de Paolo, Claudio y Raúl. Ex crack indiscutible, entrenador no solo en nuestro medio sino en Colombia y México, aparte de ser hoy un respetado comentarista televisivo por sus apreciaciones siempre con base, me dijo: “Ruidíaz es un gran jugador, muy rápido en devolver y recibir mejor colocado el balón, lo que le duele a sus defensores, porque la jugada siempre la termine con el balón dentro del arco”.

Siguió hablando de Ruidíaz. “A veces en los contragolpe cuando el rival te suelta  ya frente al arco le hallo otra indiscutible calidad muy suya: saber definir y son golazos”. Y remató: “A costa de su baja estatura, a los defensores grandotes les resulta harto difícil anularlo porque tú a ras del gramado tiene más situaciones para convertir o dar pase antes que las pelotas aéreas donde estás esperanzando a un tiro libre, un córner o un centro bien servido”.

Sobre Claudio dijo que su rendimiento de gol, al igual que Ruidíaz, tiene que ver mucho la función de equipo “donde uno puede jugar por los costados, sacar al rival por la derecha o izquierda y terminar creando ocho o diez oportunidades de gol de las cuales en una o dos vas las terminarás en gol”.

Expresa Uribe que en el fútbol siempre los conceptos son muy claros. “En mi época con César Cueto, Ramón Miflin, Juan Carlos Oblitas y el propio Luis Reyna te simplificaban tu gol que tu no podías fallar pero hoy el tema es muy diferente y hay que trabajar todos por igual” porque los niveles son diferentes entre lo que un jugador- en este caso Pizarro y Ruidíaz- puede rendir jugando por su equipo y otro por la Selección.

 

Leave a Reply