Los siniestros poderosos

 

En una entrevista que le hizo la antigua revista LIFE al célebre líder independentista hindú Mahatma Gandhi, apenas salido de la cárcel este hombrecillo que difícilmente pasaba los 50 kilos, dijo: “en el mundo se ha conocido tiranos, sumamente despiadados y poderosos. Pero ahora, nadie sabe adónde están ellos y sin embargo, nosotros seguimos acá”.

-Y esas palabras dieron la vuelta al mundo, para contrariedad de la corona británica, que jamás consiguió doblegar a este titán de la espiritualidad, a quien con frecuencia, sometía a prisión y a las peores amenazas.

Y casi cumpliendo su profética moraleja, hoy, la India es independiente, en tanto la figura y leyenda del “Alma Grande”, pervive y se agiganta, por encima de los “sombríos poderosos” de efímero poder canallesco, condenados a la maldición y el terminante olvido.

En la reciente historia del Perú, hubo también un psicópata que no obstante no haber sido elegido por nadie, llegó a ser ,”El Tipo Más Poderoso”, de nuestra contradictoria tierra, con el apoyo de un japonés que llegó al poder abusando de la ignorancia cívica de un gran número de compatriotas y la tolerancia culpable de no pocos civiles y militares, que incluso llegaron a la infamia de firmar “cartas de sujeción” a tan infame personaje.

Hoy, el tiempo ha hecho lo suyo, y el siniestro “Doc”, está preso, si bien sigue influyendo concretamente sobre cierto desorientado porcentaje de nuestra población, mediante tres diarios, cuyo Directorio integra y unos cuantos empresarios, además de una “aguada” editorial, que ya “cocina” el lanzamiento de “Mi Gran Verdad”, libro escrito por este tenebroso personaje, alguna vez proscrito por la Fuerza Armada, bajo la acusación de “Traición A La Patria” nada menos. El texto ha podido culminar su redacción y un alto porcentaje de su composición gráfica, gracias a las “gollerías” de este “preso de lujo”, que aún domina y presiona a algunos empresarios, que le deben mucho, o tienen sobradas razones para temer “que hable”.

Pero, como diría un política metido a político: En el pecado, estará la Penitencia”. Y quizás terminemos viendo muy pronto, el cumplimiento de esta sentencia.

Y esto me hace recordar el fin de otro “siniestro poderoso”, que animó la intriga política a lo largo de más de medio siglo de “transfuguismo” y maniobras de todo censurable tipo.

Eudocio Ravines Pérez, se llamaba y allá por 1930 alcanzó notoriedad como líder comunista, en el Perú y Chile, principalmente. Un día se desengañó de soviéticos y chinos, plasmando parte de su historia, incluida una novelesca fuga de las mazmorras del “Real Felipe, con ayuda de la tristemente célebre NKVD del “Padrecito Stalin”.

El libro d sus arrepentimientos de llama “La Gran estafa” y aún puede adquirirse en los tenderetes de “Quilca”.

Sus dos “brillantes discípulos estalinistas”, fueron el llamado César Lévano, (desde luego, tendrá razones para usar dicho nombre supuesto) y el otro, fue el ya fallecido “Negro” Genaro Carnero Checa, quien me contó la verdadera historia del supuesto “martirologio” del anterior, pero esa, es otra historia.

Ravines, viajó a la Unión Soviética y a China Popular, antes de renegar del comunismo, para entregarse a un febril “anticomunismo” muy bien pagado por diversos personajes de la vieja Derecha peruana, que financiaron sus diversos lanzamientos de prensa escrita y televisiva, hasta que le llegó su hora, como llegan todas las horas.

El 3 de octubre de 1968, se produjo un “Golpe Institucional” de nuestra Fuerza Armada, enarbolando banderas nacionalistas,-en muchos casos- muy cercanas a un cierto socialismo enmascarado.

Y como de costumbre, Ravines, se puso a órdenes de “los asustados señorones”, como calificó D’Ornellas, a los más visibles millonarios, en muchos casos, terratenientes expropiados y de pronto, los militares detectaron las maniobras de complot que amaba este veterano de todas las componendas y todos los partidos, según el libro” El Deportado”, que escribió cierto periodista muy cercano al citado “maniobrero” profesional.

En el texto que cito, se relata el escueto dictamen del General Artola, quien habría dicho a Ravines: “Ahora si, te J… Y en ésta, las vas a pagar todas juntas”.- Dejo al escritor la responsabilidad acerca de la frase y la circunstancia, pero horas más tarde, Ravines partió a su enésimo exilio, esta vez rumbo a México, donde ya había estado en varias ocasiones.

Entre tanto, se producía el enmarañado asunto de “La Página Once”, en la cual –se dijo mucho y se niega ahora “profesionalmente”, se otorgaba a la IPC, diversos beneficios que favorecían soslayadamente a la citada empresa norteamericana.

El entonces Presidente de la Empresa Petrolera Fiscal, denunció el asunto, mientras el flamante Ministro de Energía y Minas, era misteriosamente atropellado por un taxi en Buenos Aires. El piloto del vehículo en cuestión, documentó con exagerada precisión, que se dirigía a recoger a un pasajero que debía abordar un urgente vuelto internacional, en tanto, la victima de su prisa, cruzó la pista distraído, contribuyendo al accidente que le costó la vida.

En el curso de aquellas turbulentas horas, Ravines llegaba a México y se hospedaba en un hotel tres estrellas. Luego de registrarse con nombre propio-lo cual no siempre hacía- y terminado de ducharse, debió responder una llamada telefónica derivada a su habitación, por la centralita hotelera. De acuerdo a una versión novelada, una misteriosa voz, saludó al exiliado, dándole la bienvenida a tierras charras y aprovechó la ocasión para citarlo en el Bosque de Chapultepec, “donde tratarían un asunto d mutuo interés económico y político”.- En suma, nada nuevo para la historia de Ravines, quien aceptó concurrir a la cita y en efecto, así lo hizo.

Apenas descendido del taxi que lo había conducido a los linderos del Bosque y por esas coincidencias exageradas que a veces muestra la vida, otro taxi, que también debía recoger a un pasajero que viajaba de urgencia, atropelló a este profesional de los misterios, proyectándolo a la muerte en un abrir y cerrar de sus cansados ojos. ¿Fin de la historia? Diría usted, “Sincrodestino” añadiría un ocultista.

El libreto repetido, es sólo uno de los tantos, que suelen poner final violento, a los “siniestros poderosos”… que saben demasiado.

Y si Ud. cree que ya adivinó lo que he tratado de trasmitirle, déjeme que le cuente, limeño. Más que El Diablo no sabe nadie. Ese si que las adivina todas. Incluso sabe la historia del ex Presi Kunczinsky, cuando escondido en la maletera de otro taxi, fugó por la frontera norte, llevando varios millones de dólares que rescató apara la expropiada IPC.

Esta “hazaña” fue premiada en USA, con un importante puesto en un consorcio banquero. Y su compañero en la aventura, volvió al desmemoriado Perú, y -aunque ustedes no lo crean- se compró un banco estatal de esos que “privatizó” el enfermito Kenya. ¿Y los 51 millones de dólares, producto de dicha “privatización? Bueno, Sospecho que deben estar durmiendo en alguna bóveda de Makao o… el mismo Tokio, donde el travieso Fuji, demostró que hablaba el ponja al revés y al derecho, luego de haberlo negado en su tradicional estilo “Bacalao de Semana Santa”… Y hasta se matrimonió con una importante “Súper Geisha” de la mismísima” Yakuza”.
Es decir, No somos nada… en este (Perro) Mundo.

 

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