Loterías e impuestos: jugar o no jugar

 

El diecisiete de diciembre de 2019 y en mi repaso a los periódicos que consulto en la Red de Internet; me llama la atención un trabajo científico, que un matemático realiza sobre, “las loterías y otros sorteos de los juegos de azar”. Entro en su lectura y me pierdo en explicaciones que tan profusamente dice y demuestra el autor; pero que yo sintetizo y ya lo he hecho otras veces, sobre estos grandes negocios, que en realidad son algo así como, “un inmenso cuento de La lechera”, pero que debido a la idiotez humana, siguen creciendo para contento de los que viven de ello. Pueden ver cuánto sintetizo entrando aquí, si quiere ver todos los pormenores del técnico: https://www.periodistadigital.com/magazine/loterias/20191217/son-probabilidades-reales-toque-gordo-matematico-noticia-689404210983/?fbclid=IwAR1rMsq1LNQu8w_hnt1DcmIX3EZk9F51nnd2NBVPgHbFH3wSPnRB_4iBKIk

Se agradece el que un matemático analice y muestre, “los engaños de los juegos de azar”; pero la explicación es más sencilla. Todo, el que inventa un juego de azar, es para él ganar lo máximo que en él se juegue; de ahí que lo monopolicen los Estados. En España, el Estado ya se lleva el 30% del boleto que usted juegue, sea de loterías, “ciegos” de la ONCE, quinielas, etc.; luego, aquí; hay un impuesto del 20% si el que juega, le tocan 2.500 euros y las demás cantidades que le superen; por tanto, el Estado, “casi se lleva la mitad de la cantidad total que se juegue”. Sí, que queda, “el idiota señuelo de “los gordos”, que es “el cebo o engaño o sicológico”, para que la gente juegue; pero el juego también; ES UNA DROGA Y CON EL SE HA CREADO LA PLAGA DE LA LUDOPATÍA; que infinitos idiotas padecen por las ansias de hacerse ricos jugando. Así es que el que juegue que lo piense y juegue o no, pero siempre con sumo cuidado. Yo por ejemplo ya hace muchos años que no juego a las loterías, y a la de Navidad menos que ninguna… sí que juego a la Primitiva, dos euros semanales, “por si las moscas” y convencido que así, pago un impuesto más a mi Estado y “sus muchos aparatos, que muchos de ellos, no nos sirven para nada”. ¿Comprenden ahora la propaganda que hacen el Estado y la Organización de Ciegos Españoles para sus loterías? Sencillamente, tienen que mantener, “el vicio y el fabuloso negocio que obtienen; y hacen propaganda, que como en el alcohol, debiera estar prohibida”.

¿Qué con estos fabulosos ingresos se hacen obras sociales y que no todo se gasta en “pitos y flautas”? Por descontado que es una realidad, pero discutible como todas, por los pros y contras de tan fabuloso negocio, que reitero, ha creado la LUDOPATÍA y con ello “una terrible enfermedad, en la que ya participan hasta los niños o adolescentes, que faltos de dinero, roban en los propios hogares, para entrar en el juego”. Por todo ello habría que analizar a fondo sus pros y sus contras.

Para convencerse de la mentira del juego de azar; no hay que ir al muy viejo de aquellas “ruletas portátiles”, que con el nombre general del, “tío y la tía”, que yo vi de niño en las ferias y verbenas; y donde aquellos vividores, invitaban a la población a jugar en su lotería, con la voz de… ¡El tío y la tía… que siempre toca! Y al decir de ellos mismos no engañaban a nadie, pues siempre tocaba… “ganar o perder”,pero siempre se perdía mucho más que se ganaba, puesto que aquellos “pobres feriantes con aquellos pobres negocios, supongo irían viviendo sin crear mucho mal tras de ellos”, puesto que allí se jugaban céntimos y no “fajos de billetes”.

Para valorar lo difícil que es ganar en el juego, simplemente juegue con “uno de los palos de la baraja” (la española en este caso) y como son cuatro los palos (espadas, copas, oros y bastos); separe las diez cartas de uno de ellos; colócalas boca abajo para no verlos, muévalos suficientemente, y luego “juegue una moneda a uno de los números, o dos; incluso tres; y vaya separando lo que gana de lo que pierde; verá los resultados “si no hace trampas”; ya verá como la “imaginaria banca engorda, mientras su bolsillo adelgaza”. Pues bien, piense que juega según el caso, contra nueve, ocho o siete cartas. Piense que la lotería nacional o de los “ciegos españoles”; tiene cien mil números; ¿es deducible lo imposible de los grandes premios, o no? Con este simple ensayo de un simple juego de azar, se demuestra lo que es “el negocio de los juegos”.

Si nos vamos a “los grandes casinos internacionales”; en Mónaco, tengo entendido que sus súbditos habitantes o ciudadanos;  no pagan impuestos, puesto que el casino de Montecarlo, genera los suficientes para mantener “el principado, príncipe y corte correspondientes”; demostración fehaciente de lo que renta el juego “a lo grande”. Sepamos igualmente que la mafia norteamericana, creó el imperio del juego, que hoy son “Las vegas”, enorme ciudad que se mantiene, precisamente por los ingresos que deja el juego.

Fuente: https://www.ideasclaras.org/

 

Leave a Reply