Mercaderes del espacio

 

Desde luego, usted dirá que nuestros alegatos referidos al rumbo que va tomando el sistema mundial, son expresiones de gente frustrada, o cualquier monserga de esas que le venden a través de la poderosa maquinaria mediática que se ha adueñado ya, de nuestras vidas.

También le chamullan-y Ud. se lo cree – que “nadie puede ver el futuro”, – cuando lo cierto, es, que no sólo lo hacemos todos, sino que practicamos tan gracioso deporte, cada día y a cada rato. Antes de cruzar la pista, iniciar un negocio, tomar un curso, abordar a una feligresa o pararle el plante a cualquier guapango de los que andan por ahí, como canta “Pedro Navaja”. La vaina es, que a veces, acertamos y otras no, de ahí viene el desprestigio de las bolas de cristal, que hasta impiden a los adivinos tener familia, mi estimado.

Pero haciendo a un lado a verdaderos monstruos de la “Futurología”, como Leonardo Da Vinci, Nostradamus, Julio Verne y siguen firmas, en la era moderna, existieron personajes, – por lo general, escritores- como Aldous Huxley-también filósofo-“Hacia Un Mundo feliz”, o George Orwell, en su aterrador “1984”. Ambos, analizando el ritmo al que bailaba el mundo que pudieron conocer, advirtieron de modo fatalista, en lo que iríamos a convertirnos todos, antes de ser “polvo en viaje a las estrellas”, devorados por el consumismo y la brutal sustitución del sistema político-cualquiera que este fuere- avasallado por el tremendo poder de los medios de comunicación que conforme estamos viendo, empiezan a decidirlo todo para todos y pronto, vigilarán hasta nuestros más recónditos placeres mediante “El Ojo Magnánimo”, del Omnipotente “Gran Hermano”, dotado de los medios de espionaje que hoy poseen agencias como NSA, CIA,MOSSAD o el MI15, para sólo citar unos cuantos de estos mira- orejones, (el SIN de Vlady, es apenas un té de tías y nada más),que aparte de los satélites artificiales, poseen los más sofisticados medios de espionaje que Ud. quiera alucinar. Y esto no es cuento, como puede comprobarse, con sólo ser un poquito “curiosón”, nada más.

Allá por los 60’s, el sabio y muy astuto político Dr. Luis Alberto Sánchez, pontificaba: “Sólo los imbéciles hablan de cosas importantes por teléfono”, -y por algo sería, compadre.

De modo que controle “la lora”, cuando hable con “La Trampa”. Usted nunca olvide aquello de “nadie Sabe Para Quién Trabaja”.

 

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