Mirando al futuro

 

El otro día Sebastián ‘El Pollo’ Vignolo , el comentarista argentino de Fox Sport, hablando de la goleada (4-0) de su selección sobre la de México, decía que viéndola jugar le trajo a la memoria a su pequeño hijo cuando aprendió a dar los primeros pasos.

Un nuevo despertar, una nueva ilusión en su vida, según él. Algo así creo que sentimos todos los peruanos la pasada noche del martes 10 cuando Perú acabó derrotando (1-0) al flamante campeón de la Copa América, Brasil.

Porque tras el golpazo de la caída (0-1) ante el nuevo rostro del seleccionado de Ecuador cinco días atrás, pienso que muchísimos compatriotas a la hora de jugarse un boleto de la Polla a lo máximo apostaron el empate. El equipo de Tite hacia 17 partidos que no perdía y, es más: en los dos últimos choques contra nosotros en la pasada Copa América nos ganó las dos veces: 5-0 y 3-1 para dejarnos segundos de ese viejo torneo continental.

Cabe preguntarse, entonces, y mirando ya los otros dos amistosos ante Uruguay en octubre próximo –uno, en el Centenario de Montevideo y, el otro en el Nacional nuestro- con los cambios del entrenador Ricardo Gareca cómo se vislumbraría el futuro once titular con la presencia de nuevos titulares –el uruguayo nacionalizado peruano Gabriel Costa, por ejemplo y de rendimiento tan exitoso- y las mejores estrategias del propio Gareca que, como todo ser humano, puede ser malo para las incertidumbres que ojalá con nuestras Selección nunca las tenga y muy bueno para los hechos consumados con victorias a su favor, lógicamente. Porque el fútbol siendo fútbol también se cuenta en la esfera de lo racional y donde también está prohibido equivocarse lo menos posible.

Si todo equipo de fútbol se arma de atrás para adelante, comencemos con el puesto de arquero: Pedro Gallese, es por hoy el titular inamovible. Si bien tendrá algunos partidos con errores como aquél contra Brasil del 0-5 en la pasada Copa América; es justo reconocerle que también tiene soberbias actuaciones (cito uno solo: el del 0-0 contra Argentina por las pasadas Eliminatorias en Buenos Aires). No cabe la menor duda que ese marco está con llave asegurada de aquí a lo que resta la Copa América del 2020 en Colombia y Argentina y las Eliminatorias para Qatar 2022 que están casi al frente de la vereda: dentro de seis meses.

Los dos laterales, en mi opinión, siguen estando bien cubiertos. Y no solo porque Luis Advíncula (juega en España) y Miguel Trauco (juega en Francia) se consolidan en medios futbolísticos de amplio mundo y de roces continuos con grandes figuras de esos países,  sino que ese rodaje les da confianza y seguridad a la hora de marcar por ejemplo al colombiano James Rodríguez que mucho juega por la izquierda o a los argentinos Leo Messi, Ángel Di María o al uruguayo Edinson Cavani que hacerlo en el mediocre campeonato profesional peruano contra Hernán Rengifo o Mauricio Montes o por allí el ‘Zorrito’ Aguirre.

De los dos centrales anteriores que Gareca no los movía ni siquiera con un movimiento de abanico, Alberto Rodríguez (‘U’, 35 años) y Christian Ramos (Universitario, 31) hoy ha dado paso a Luis Abram (Vélez, 23) y Carlos Zambrano (Dynamo Kiev, 30) que no solo se complementan muy bien sino que, al igual que Advíncula y Trauco actúan en el exterior y ya eso es un plus.

El año que Sergio Markarián asumió la dirección técnica del seleccionado al preguntarle porqué elegía siempre a Claudio Pizarro como capitán, me respondió: “Una cosa que el capitán rival a la hora del sorteo de cancha vea a Claudio frente a él y piense en ese mismísimo instante “¡ah! es el goleador de la Bundesliga y otra que observe a un capitán que ni siquiera sabe cómo se llama”.

Otros años, otros sistemas de juego, otros rostros como los de José Velásquez, César Cueto y Teófilo Cubillas retrotrayendo la mirada hacia el Mundial de Argentina pero este 2019 viendo jugar a Renato Tapia (Feyenoord de Holanda, 24), Pedro Aquino (León de México, 24) y Yoshimar Yotún (Cruz Azul, 29) en la primera línea de volantes no solo brindan equilibrio sino que muy rápido se recuperan para achicar espacios. Por allí Tapia demora mucho en las entregas y al perder el balón crea zozobra más atrás.

Yotún es el termómetro. Cuando él juega bien, difícilmente Perú juegue mal. Fíjense en los partidos de la era Gareca y notará su influencia. Contra Brasil esta semana consiguió un 90. 9% de precisión de pases con el 85% en campo brasileño porque de los 65 que salieron de sus pies –casi siempre de zurda- 59 fueron correctos. Recuperó, además, 7 balones y dio una asistencia. Yotún es un jugador complicado de reemplazar porque quita, se desdobla, pasa y asiste. Además, no le teme a los entornos.

El problema es que en Sudamérica ya sabe de su poderío y a veces es tapado, como en la final de la Copa América. En Los Ángeles la última noche se desquitó. Colocarle socios a los lados como Tapia y Aquino, liberarlo de la recuperación para aprovechar su zurda, es una enseñanza del 1-0 contra el equipo de Tite ¿Y de cansarse Yotún por el propio trajín a que se somete, quién? Christofer Gonzales resulta el indicado para sustituirlo pero el mediocampista de Sporting Cristal no arriesga mucho, es muy dubitativo a la hora de dar el pase y solo lo entrega cuando está seguro que lo recibirá el compañero.

En el ataque Paolo es y será titular. Que le hayamos ganado a Brasil con un gol de un central (Luis Abram) no puede traer como mensaje que el equipo puede jugar sin su histórico ‘9’ de referencia. Paolo es un jugador de todos los tiempos, titularísimo en este sistema. Ni Raúl Ruidíaz  ni Yordi Reyna -las opciones que Gareca le coloca como rivales- le hacen sombra.

A despecho de sus treintaitantos, Paolo juega y hace jugar, además de favorecer los centros largos de los laterales Advíncula y Trauco y el propio Yotún. Finalmente, buscar a un alto de 1.85 da opciones. Con Raúl y Yordy (ambos, llegan al metro 69) solo podemos jugar a ras.

Entendemos que casi estando a la vuelta de la esquina la Copa América 2020 y las Eliminatorias Mundialistas la renovación se irá dando de a pocos. Si en la Copa América que organizó Brasil y que la ganó delante de nosotros la novedad respecto al Mundial fue el cambio de la dupla Ramos-Rodríguez -como cito líneas arriba- por el dúo Zambrano-Abram, ahora Gareca parece más decidido a testear del medio hacia arriba. En nombres y en sistemas. En jugadores, le ha dado rivales a André Carrillo/Christian Cueva y vemos en Kevin Quevedo, pero sobre todo en Gabriel Costa una opción muy válida desde la derecha al medio.

En esquema, la idea de rodear a Yotún con Tapia y Aquino le dio una fuerza diferente a la recuperación y parece su cambio más trascendente, sobre todo para encuentros ante equipos top. Es un plan ‘B’ de Gareca al usual 4-2-3-1 porque aunque suena más conservador (el 4-3-2-1) sirve ante equipos que nos ganen en la posesión del balón y tú ya estás perdiendo si el rival tiene  el balón en sus pies. Para eso como lo dijo Gareca la última noche tras ganarle a Brasil, estará la intención, la actitud y el sacrificio.

Se me queda un nombre: Jefferson Farfán. Por ahora ni pensar en él en todo lo que resta este 2019. Con 35 años a cuestas, con un desprendimiento del cartílago de su rodilla izquierda el atacante del Lokomotiv tiene, pues, motivos valederos para no estar en los planes de Gareca.

 

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