Perú tiene la sede de la organización del Mundial Sub 17 al que se accede en momentos en que el fútbol peruano vive un idilio con FIFA y demás países afiliados. Ahora nos ven de modo distinto por la clasificación al Mundial de Rusia 2018 después de 36 años.
La obligación pasa por hacer una buena organización, un buen mundial, para que todo el esfuerzo no quede en romance frustrado. La ocasión servirá para tender puentes para avivar el trabajo con menores y pedir a los clubes que se adecuen a las exigencias de convertirse en verdaderas instituciones.
De ningún modo hacer un campeonato pasado por agua tibia, Todo va más allá para que se repase el trabajo realizado en menores a la fecha. De hecho que no es muy bueno que digamos.
Un Mundial Sub 17 obligará a mejorar la infraestructura. Lo estadios en su mayoría están en malas condiciones, principalmente en el interior del país. Es justamente en provincias donde se jugarán la mayor parte de la programación, según las declaraciones de Edwin Oviedo, presidente de la FPF.
La Sub 17 obliga a mirar al pasado con los ‘Jotitas’ dirigido por Juan José Oré. En aquella ocasión el equipo clasificó por primera vez a un mundial de la categoría que se realizó en Corea del Sur en 2007. La bicolor ocupó la octava casilla.
Recordemos algunos nombres de ese quipo con Reimond Manco, Luis Trujillo, Pedro Gallese, Irven Avila, Alonso Bazalar, Gary Corea, Ernesto Salazar y César ‘Huevito’ Ruiz, entre otros.
Se vio que el trabajo con menores daba resultados. Ya sabemos que Manco jugó en Holanda, Gallese está en México y es arquero titular de la selección peruana clasificada para Rusia 2018 e Irven Avila está también en México con Lobos BUAP.
Si pensábamos que el camino elegido era el correcto, mala suerte. En el 2009 con el propio Oré el Sudamericano del 2009 fue un fiasco y más bien en el 2011 el equipo integrado por Edison Flores, Renato Tapia, Pedro Aquino, Horacio Benincasa, Andy Polo y Junior Ponce, hizo crecer el entusiasmo pero este equipo con esas figuras ahora conocidas, fundió el motor y fue un fracaso.
Oré tuvo otra ocasión para ver su trabajo en el 2015 pero no se llegó al objetivo y el fracaso tocó las puertas de la Videna.
El asunto es que no ha dado resultados el trabajo con la Sub 17. Se requiere repasar bien lo hecho, con técnicos que hagan un trabajo de largo alcance. No sirve que tengamos tantas academias y que los exjugadores para que tengan algo que llevar a casa, se les encargue las divisiones menores.
Todo pasa por la capacitación de los técnicos y mejor inversión de los clubes. Encontrar talentos será más fácil si hay ojos que puedan ubicarlos.
Está claro que alegra que nos miren de otro modo con Perú en el Mundial de Rusia 2018 pero hay que mejorar el nivel de la Sub 17. Daniel Ahmed tiene ya bastante tiempo en Videna y será la ocasión para que muestra su trabajo con la tarea de darnos algo más que un octavo puesto en Corea 2007.