Tras un operativo secreto tipo comando, similar al utilizado años atrás con el mìtico Carlos Lehder, el narcotraficante Jesús López Londoño (a) “Mi sangre”, fue extraditado desde Buenos Aires a Florida, EEUU, donde será procesado por conspiración para el tráfico de cocaína en inmensas cantidades.
.Como si se tratase de un libreto que siguen al dedillo los fiscales estadounidenses, al igual que Carlos Lehder, quien terminó acusando al expresidente panameño Manuel Noriega, a “Mi Sangre” se le ofrece una propuesta casi imposible de rehusar: habla todo lo relacionado a la actual mafia colombiana o es sentenciado a una larga condena donde acabará con sus días de reyezuelo del hampa.
Su desgastado argumento de ser un “perseguido político”, al integrar el Clan Úsuga del exguerrillero, Dairo Antonio Úsuga David (a) “Don Otoniel”, es casi una broma de mal gusto en Miami donde su nombre sigue resonando como uno de los barones de la transnacional del vicio.
Su turbulento pasado que se remonta a la época que en el Envigado era sicario de Pablo Escobar desbarata sus justificaciones de b”guerrillero” en las organizaciones paramilitares mafiosas.
Sin embargo, con ese argumento , “Mi Sangre” se creía seguro en Argentina hasta que fue detenido el 31 de octubre de 2012, considerada la captura más importante de la historia argentina, mientras comía con unos amigos en un restaurante de Pilar (a 60 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires) .
Desde allí manejaba una red mafiosa que abastecía de droga a los grandes carteles internacionales, como el mexicano Los Zetas, del que era el principal proveedor de cocaína, reveló el director de la Policía Nacional de Colombia, el general José Roberto León.
En esos momentos el líder del cartel de Los Urabeños ( Clan Ùsuga) tenía un pedido de captura internacional emitido por Colombia y por Estados Unidos y era uno de los narcotraficantes más buscados por la DEA.
Este siniestro personaje vivió en Argentina desde 2011, en el prestigioso barrio cerrado Nordelta, cambiaba continuamente sus domicilios legales y se movía con al menos 8 guardaespaldas, , muchos de ellos exmilitares.
Mientras se encontraba se encontraba recluido en un penal de Ezeiza, declaró asumiendo ser “perseguido político” y, al programa de TV La Cornisa, dijo cínicamente que “Argentina está iniciando un proceso que Colombia ya vivió hace 20 años (con respecto al crimen organizado) y espero que puedan frenarlo”, refiriéndose al narcotráfico.
La fuga frustrada
La estadía de “Mi Sangre” en el penal de Ezeiza no fue apacible y el mafioso no vaciló en organizar su fuga ante la inminente extradición hacia Estados Unidos, financiado por la mafia que teme hable más de la cuenta ante los fiscales del Distrito Sur de Florida.
El pasado 3 de septiembre pasado se conoció un plan del colombiano para huir de la reclusión con el ataque de un grupo comando dentro del penal.
De acuerdo a la policía argentina, la logística de la iniciativa iba a ser facilitada por su defensa, pero la abogada María Gabriela Ricagno fue sorprendida en el ingreso al penal y se le secuestró un plano detallado de los terrenos donde está emplazada la unidad, considerada de máxima seguridad.
De acuerdo a esa versión llevaba el croquis que incluía la ubicación detallada de comisarías y otras dependencias policiales próximas al penal, así como los barrios aledaños y una posible línea de fuga con dirección a la localidad de Cañuelas, a 80 km de la ciudad de Buenos Aires.
Por ese escandaloso hecho, se pasó a disponibilidad al director del penal y a otros dos funcionarios que se cree que tuvieron vinculación con el ingreso de un teléfono y de los otros elementos hallados; también se abrió una causa penal contra integrantes del Servicio Penitenciario.
Traslado tipo comando
Las autoridades no descartaron nuevos planes de fuga, lo que habría derivado en un escándalo político de impredecibles consecuencias, por lo que se dispuso su traslado secreto al más breve plazo.
En Un operativo secreto, para evitar las filtraciones, los agentes de la DEA pusieron en marcha el traslado de “Mi Sangre” a Estados Unidos el pasado miércoles y en la madrugada sorprendieron a los vigilantes del Complejo Penitenciario I de Ezeiza y al mafioso que dormía en esos momentos.
El fuerte operativo de seguridad incluyó el monitoreo desde dos helicópteros, se le trasladó en contados minutos a Buenos Aires de donde partió bajo férrea vigilancia hacia Miami donde fue entregado a las autoridades judiciales de Florida.
El ministerio de Seguridad publicó en su cuenta de Twitter una foto de “Mi Sangre” y calificó de “exitoso” , cumpliéndose con el pedido de la Corte Suprema de Justicia de Argentina que el pasado el 13 de septiembre había concedido concedió la extradición por “conspiración para distribuir una sustancia controlada (cocaína), a sabiendas de que se importaría ilegalmente”.
La acusación señala que López Londoño dirigió entre 2006 y 2012 una organización dedic
ada al tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, México y América Central, y al lavado de dinero producido por esa actividad ilegal.
Se e sindica como miembro de la organización paramilitar Los Urabeños ( Clan Úsuga) que comenzó sus acciones hace 20 años presentándose como guerrilleros, lo que el gobierno colombiano rechaza, y que en la actualidad posee alrededor de 1.900 miembros.
Es considerada una de las 4 organizaciones mafiosas más fuertes de Colombia, junto con Los Rastrojos, el Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia (ERPAC) y las Águilas Negras, una historia de terror y crímenes entre los paramilitares que están a la espera de copar los territorios que dejarán pròximamente las guerrillas de las FARC. Ese es el lado oscuro del caso.