Una de las tradiciones de Navidad que en Perú no tiene mucho “jale” pero en otros países sí es que el bonachón Papá Noel recompensa a los “niños buenos” con regalos y a los malos los sanciona con un trozo de carbón. Bueno, haciendo alusión a esa mística veremos que en el fútbol hay algunos que parecen haber sido muestra de comportamiento ejemplar durante el 2015, pues han sido gratamente obsequiados, y otros que más bien recibieron un negro carbón.
El Barcelona de España lo ha ganado todo este 2015. Por lo menos los campeonatos y ligas que realmente importan. Al igual que en la época de Josep Guardiola, los blaugranas de Luis Enrique, con el tridente sudamericano de Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez se quedaron con la Liga BBVA, la Champions League, La Copa del Rey y ahora el Mundial de Clubes. En todas las gestas dando un claro ejemplo de buen juego, superioridad y una categoría que hoy marca diferencias a las de cualquier otro equipo del mundo, incluido su rival de siempre el Real Madrid.
Mientras, diciembre fue un pésimo mes para José Mourinho, hoy un técnico desempleado. Tras una pésima campaña con el Chelsea, ya no importó que sea el campeón vigente, tampoco su amistad con el dueño del club londinense el ruso Román Abramóvich, ni el fiel respaldo de la hinchada azul. Igual tuvo que despedirse, aunque este columnista nunca gustó de las actitudes soberbias y malcriadas del portugués, lamenta que en el fútbol del primer mundo los engreídos jugadores puedan sacar a un entrenador con tanta desvergüenza. Fuera Mourinho del banquillo, el Chelsea volvió a ganar, eso sí los fanáticos ingleses no son ilusos, abuchearon a los “peloteros” y corearon el nombre de su ex DT.
En términos peruanos, Papá Noel se paseó por Arequipa y recompensó el trabajo serio de Juan Máximo Reynoso con un merecido campeonato. Para que lo celebre todo el interior del país y quede demostrado que sí se puede levantar la copa a fin de año sin necesidad de ser un cuadro capitalino. Aunque, para este periodista sí se trató de dos finales con arbitraje de tendencia hacía Sporting Cristal. Lo siento por algunos coleguitas que tras su pantalla de televisión defienden un “penal clarísimo”, que en otras circunstancias y contra un rival menos influyente (estamos hablando del club cuyos dueños son sponsors del fútbol peruano) habría sido cuando menos dudoso. Reynoso sabe de qué habla, él dirigió a Cristal, y al igual que otros jugadores que pasaron por ese club como José Carvallo (hace un tiempo) han tenido palabras duras hacia la institución rímense. Ojo, eso no les pasa a todos los equipos campeones, sólo a ellos.
Sin embargo, este año Sporting Cristal recibió un carbón muy negro. Lo tenían todo para saltarse la etapa preliminar del cuadrangular final y llegar descansados a la definición final. Pero la irregularidad de Daniel Ahmed los traicionó, y al someter a un duro César Vallejo parece que quemaron sus baterías. El último partido en Arequipa los agarró agotados y sin ideas. Para colmo, este año Cristal sufrió lo que otros clubes menos organizados como Alianza Lima y Universitario de Deportes tienen de costumbre, una “fuga de talento”. Su mejor apuesta a futuro, Beto Da Silva, se va sin una venta millonaria al PSV Eindhoven, y hace lo correcto. Así los rímenses regañen, son una institución que demora la venta de sus elementos, como Irven Ávila. Se les pasó la misa de una, no apostaron con seriedad, y al final se les escapó la paloma a Holanda.