No hay mal que dure 100 años

 

La Liga 1 está próxima a iniciarse con la misma expectativa de otros años  guardada esperanza de encontrarse  con sustancial mejora en el imaginario de un pueblo futbolero que se deja embaucar y sabiendas que le darán gato por liebre.

Un campeonato peruano con Cesar Cueto, Teófilo Cubillas, Hugo Sotil, el ‘Diamante’ Julio César Uribe Héctor Chumpitaz, José Velásquez y Jaime Duarte era semejante a ingresar a un santuario donde había calidad y escasa cantidad.

Un campeonato de los 70 y 80 dejaba la sensación de tener asegurado el espectáculo por la presencia de los dioses del balón, tan cerquitas que cuando se fueron al extranjero era suponer una pérdida familiar.

Así, el campeonato actual es un chancay remojado con escasas presencias de jugadores del nivel esperado, de un corte especial de catálogo y pasarela. Con un pueblo futbolero en arcadas de insatisfacción.

En suma, todo lo pasado fue mejor. Se añora los poemas de César Cueto y su zurda mágica, los goles de Cubillas y el recorrido del patrón Velásquez en trancadas de suficiencia. Ese fútbol dejó de tener presencia en nuestros estadios.

Hoy los jugadores no reposan en marquesinas de oro, son mayoría con muy pocas luces maquilladas para una aparición mediocre y sin la opción de que en la próxima reunión se pueda hablar de mejoras.

El fútbol peruano no tiene las figuras de antaño. Los que están hoy son jugadores traídos desde lejanos clubes sin pasado y cerca del retiro.

Con ellos tendremos que subsistir hasta fin de temporada y entonces entramos al circuito interminable de no encontrar la puerta de salida. Lo peor es que nos ilusionamos y esperamos que la Copa Libertadores sea reflejo del trabajo hecho,

Ahora mismo, la Universidad César Vallejo acaba de ser eliminado ante Caracas FC en medio de una decepcionante actuación del equipo del Chemo Del Solar.

Y entonces la pregunta tantas veces repetida. ¿Para dar pena en la Copa Libertadores vale tanta angustia y esfuerzo?  No es lo que se espera, no tiene asidero tanta espera. Vallejo, se fue del torneo con muy poca gloria.

Deberá encontrarse alguna fórmula para que el torneo mejore, sea más atractivo y no se convierta en presa fácil para la eliminación temprana. Es cuestión del manejo dirigencial y queda claro que el actual presidente de la Federación Peruana de Fútbol se haya atrevido a decir que en dos años han hecho mucho más que en veinte. Ni en 100 años habrá mejora si es que no se cambia las reglas de juego.

 

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