Nuestras vidas pasadas

 

En muchos casos se trata de creencias, en otras se insinúa como atisbos o sospechas.

En lo que a mí respecta, he llegado -casi- a un convencimiento, de que llegado el momento, emigramos a otra dimensión, liberados de la pesada  impedimenta corporal  y listos para una nueva capacitación vivencial, que nos haga merecedores de  una renovada  “encarnación”.

Este atisbo -casi convicción- se fortaleció a lo largo de profundos estudios esotérico-filosóficos, que emprendí en mi inquieta adolescencia y he continuado a lo largo de  toda mi aventurera vida.

Desde luego, jamás he predicado mis descubrimientos, comprobaciones y otros etcéteras, porque amo intensamente la libertad -mía y ajena- y por lo tanto, estoy de acuerdo en respetar  la fe o creencia de cada quién. En suma, yo no le predico a nadie. Simplemente, actúo, de acuerdo a lo  que me parece cierto, atinado, inevitable y nada más. Me acompañan en dicho tren de vida, destacadas personalidades del mundo inteligente y algunos maestros de importantes órdenes de estudios  vinculados al espíritu, el poder mental y otros temas a los que califico, no de misteriosos, sino sencillamente dignos de análisis, en calidad de “cosas que ignoramos”… y por lo tanto, merecen ser investigadas… y/o vividas.

Este orden racional, me ha permitido vivir, enfrentando las alternativas de la existencia, aceptando las variantes del acontecer y orientando el afán estudioso de quienes –verdaderamente- se preocupan  por “saber algo más” al respecto.

Tal actitud, me ha acercado a notables comprobaciones y a la posibilidad de patrocinar a diversos estudiosos de los

grandes temas. El ejemplo más notable, es la conversión de mi hija “Agatha Lys”, de una muchachita decididamente estudiosa, en psicología clínica, clarividente y previsora analista de la cosmobiología, hoy mundialmente reconocida.

Es, además, en el plano familiar, una admirable “buena hija” para mí y una ejemplar madre de sus tres hijos, por lo cual, Dios la bendice.

En todo esto, meditaba no hace mucho, mientras trataba de imponer orden en mi caótico mini-despacho,  cuando apareció “El Maestro”- conforme anuncia la sabiduría Cósmica “para cuando el discípulo esté listo”. Esta vez, el esperado personaje, resultó ser un moderno filósofo inglés -que hablando  un español perfecto  sonrió de buena gana, cuando le pregunté cómo me había  ubicado-. Como si me conociera de “todas las vidas”, me conversó amablemente, me obsequió algunos importantes libros y me  aportó algunos dibujos -retrato de lejanos antepasados –(Brenner sobre todo), de los que yo jamás tuve noticia.

Y en conclusión, me alentó a “estar preparado”, para cuando deba “cruzar el umbral”, trascendental que se negó a fecharme, pero que según creo, no debe estar muy lejos. Luego, este misterioso visitante, me esbozó a grandes rasgos, algunos puntos y pasajes de mis supuestas “vidas anteriores”, añadiendo como implicaciones “kármikas” (es decir, de causa y efecto), las alternativas de mi presente biografía. Y luego, recitando una vieja letanía sánscrita, se despidió de mí, con un ritual apretón de manos, para finalmente desvanecerse en la tarde, haciendo un gesto simbólico con su diestra“voladora”. He querido relatar esta experiencia, cordialmente dirigida a los amigos que me siguen, también la extiendo comprensivamente a quienes calificarán estas líneas, como “producto de la imaginación de César Augusto”. Muchas gracias por visitar las expresiones de mi creatividad. Todavía seguiremos en contacto.

 

Leave a Reply