Otoniel: el nuevo Pablo Escobar de Colombia (II)

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Con su discurso pseudoizquierdista en “defensa de los narcocultivos”,imponiéndose a sangre y fuego contra los que se cruzan en su camino, Dairo Úsuga David (a) “Otoniel” quiere seguir los pasos del tristemente legendario narco colombiano Pablo Escobar Gaviria (a) “El Patrón”.

A diferencia de Escobar, quien llegó a ser elegido congresista  en Medellín y hasta  negoció con el entonces presidente colombiano su encarcelamiento, “Otoniel”  se refugia en la convulsionada región del Catatumbo y sus pretensiones  de un “Acuerdo de Paz” han caído en saco roto hasta el momento.

Pese a sus fanfarronadas de contar con una organización disciplinada y vestir uniforme comando, se encuentra cada vez más acorralado, con sus principales mandos detenidos, como el caso de su hermano  Ángel Eusebio Úsuga (a) “Chengo”, capturado el pasado 22 de abril por Ejército colombiano.

Su hermano mayor, Juan de Dios, conocido con los alias de ‘Geovanny’ o ‘el guerrillero’, murió en el 2012 en un enfrentamiento con comandos Jungla de la Dirección de Antinarcóticos, que tomó por asalto la finca donde se encontraba con varios de sus hombres celebrando las fiestas de año nuevo, en la vereda Casa Quemada del municipio de Acandí (Chocó).

A diferencia de Pablo Escobar, quien  incursión en la política, ocupando un escaño como representante a la cámara en el Congreso Nacional en 1982, “Otoniel” ingresó a las guerrillas del Ejército Popular de Liberación, EPL, siendo aún menor de edad, junto con su hermano Juan de Dios.

Los hermanos se pasaron a la banda de la ultraderecha  en las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) en 1996, bajo el mando de los hermanos Carlos y Vicente Castaño. ‘Otoniel‘ , donde se dedicaron al cobro de los dineros del narcotráfico y del manejo de algunas de las rutas privilegiadas junto a otro paramilitar; Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario‘, hermano del jefe paramilitar Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán‘.

Para 2002, ‘Otoniel‘ y ‘Don Mario‘ fueron enviados con centenares de hombres al Meta para formar parte del Bloque Centauros que Vicente Castaño le vendió al narcotraficante Miguel Arroyave.

Tras el asesinato del propio Carlos Castaño en 2004, ‘Otoniel‘ y ‘Don Mario‘ retornaron al Urabá, una región la cual sabían de su estratégica posición para el tráfico de drogas, pues tiene acceso tanto al mar Caribe como al océano Pacífico, en medio de una inexpugnable selva, sin control del Estado.

Luego de la desmovilizacion de las AUC en 2006, ‘Don Mario’ y los Úsuga se declararon disidentes del proceso que se realizó en Santa Fe de Ralito, conformando una estructura paramilitar llamada por ellos mismos como Bloque Héroes de Castaño, que después terminó como frente de guerra de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

El control de las principales rutas de salida de droga por el golfo de Urabá les permitió conseguir el poder financiero necesario para iniciar su expansión, aprovechando la captura, la extradición o la muerte de sus rivales .

https://www.youtube.com/watch?v=Wuzu05tZy6g

En 2009, Don Mario fue detenido por la Policía y las Autodefensas Gaitanistas y las Águilas Negras quedaron en manos de los Hermanos Úsuga, anexándolas a Los Urabeños de la que se derivaría el actual Clan del Golfo.

En enero del 2012 empezó sus predicas subversivas y ordenó un paro armado que paralizó tres departamentos, entre ellos el Norte de Antioquia, Córdoba y Magdalena, en respuesta a la muerte por parte de la Policía de su hermano y socio Juan de Dios Úsuga, alias ‘Giovanny‘.

“Otoniel” se había impuesto a sangre y fuego en la organización, por lo que esta vez asumió en solitario el liderazgo de la banda que, según los cálculos de las autoridades, tenía cerca de 1.800 hombres en 2012.

Tras la caída de grandes capos del narcotráfico, y con una violenta estrategia de asesinatos selectivos, los Urabeños se expandieron a toda la Costa Caribe, Norte de Santander, Valle del Cauca y Nariño.

https://www.youtube.com/watch?v=ynv9HSGJvH0

Logró reclutar que miembros de diversas bandas criminales y antiguos integrantes de las guerrillas de las FARC, el ELN y del grupo disidente del EPL, que se reorganizó en el Catatumbo varios años después.

Para imponer “orden” y evitar traiciones, puso en práctica  las siniestras  “casas de pique” de Buenaventura  donde desmembraban  a personas vivas).

El gobierno estadounidense ofrece $ 5 millones de dólares por su captura, mientras que el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ofrece $2.000.000.000 de pesos que en el  2016 aumentó a $3.000 millones.

Operación Agamenón

Ante el crecimiento vertiginoso de entonces Cartel de los Urabeños, el 15 de febrero del 2015la Policía Nacional organizó un operativo sin precedentes para capturarlo en la región del Urabá, que se denominó Agamenón.

La fuerza de mil 200 policías superó a los 500 utilizados por el Bloque de Búsqueda para dar de baja al jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria.

A mediados del 2017, comenzó la segunda fase de este operativo (o llamada por el gobierno como Agamenón II) al ser reforzada con 1.500 elementos del Ejército Nacional, lo que suma un total, incluyendo 500 más de la Policía, de 3.200 hombres de las Fuerzas Armadas contra Otoniel y el Clan del Golfo.

El  5 de septiembre de 2017 el presidente colombiano Juan Manuel Santos dio a conocer una misiva de Otoniel donde manifestaba la voluntad del Clan del Golfo para someterse a la justicia, lo que confirmó  el mismo Otoniel a través de un vídeo que circuló en las redes sociales, donde afirma que está buscando negociar el sometimiento a la justicia de él y de sus hombres.

Al caer en saco roto sus propuestas,  ordenó los paros armados en sus territorios de influencia mientras sus sicarios  emprendieron una campaña de asesinatos selectivos denominado Plan Pistola, pagando por policía y militar asesinado.

El narcoimperio

El avance del Clan del Golfo se basa también en una enorme red de corrupción, lo que se comprueba con el embargo de propiedades por 400.000 millones de pesos, cerca de 130 millones de dólares, que ni siquiera  en la época de la lucha contra los grandes carteles de Medellín y Cali una sola incautación de propiedades alcanzó esa magnitud.

Se estima que con esa incautación  el Clan del Golfo ha perdido en los últimos dos años la astronómica cifra de 690 millones de dólares representados en bienes, sociedades, negocios y dinero en efectivo.

https://www.youtube.com/watch?v=p9Vs_vb8d7k

A Otoniel y su banda les quitaron 3.260 bienes que estaban en diferentes lugares del país como Medellín, Apartadó, Santa Fe de Antioquia, Chigorodó y Santa Rosa de Osos (Antioquia), Acandí (Chocó), Ciénaga de Oro (Córdoba) y Villavicencio (Meta).

La directora de la Unidad Especializada contra el Crimen Organizado de la Fiscalía, Claudia Carrasquilla, señaló que la banda criminal además  lavaba el dinero que recibían de narcotraficantes de Honduras, Costa Rica, Guatemala, a través de diez empresas que tenían como fachada la venta de bebidas y tabaco.

Funcionando como una verdadera transnacional de la cocaína, Otoniel sigue las tácticas de Pablo Escobar, intentando “negociar” con el gobierno colombiano un Acuerdo de Paz, rechazado en todos sus niveles, y tratando de copar los antiguos”territorios liberados” de las desmovilizadas FARC. Pero siente que la Operación Agamenón le sigue respirando tras la nuca y podría reaccionar como fiera, al igual que su ídolo de barro, Pablo Escobar.

 

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