Pedro Suárez-Vértiz y las cuatro canciones que son imprescindibles

 

La música es “compañera de vida”, telón de fondo de muchos recuerdos de los bonitos y los no tan felices, y uno la lleva por dónde va, más aún gracias a las nuevas tecnologías que te permiten almacenarlas en teléfonos inteligentes, en nubes o en USBs. De esta manera desafían las generaciones y puedes hasta encontrarte con tu hijo escuchando las mismas tonadas que te hacían vibrar de joven. Con The Beatles claramente se da ese fenómeno, el cubano Silvio Rodríguez tiene seguidores de todas las edades, en el Perú tenemos a Pedro Suárez-Vértiz.

Pedro (voy a ser conchudazo y llamarlo por su nombre de pila) es de esas personas que provocan empatía. Un artista que uno no siente lejano, a pesar de no conocerlo físicamente. Las referencias que tengo de él de algunos amigos que sí lo conocen son de las mejores. Me dicen que es muy autentico, y eso se trasluce en sus columnas sabatinas, su nueva forma de expresarse después de ese traspié médico que ya ha sido tan difundido que no viene al caso ahondar en ello.

Ya, Pedro Suárez-Vértiz ha superado la barrera de los músicos que necesitan seguir actuando para no desaparecer del imaginario colectivo. El cantante chalaco tiene un lugar reservado en las radioemisoras ganado a pulso, un espacio en los corazones de peruanos que les han enseñado a otros paisanos y extranjeros el talento del otrora integrante de Arena Hash. Y, este columnista como tantos otros, tiene esas canciones de Pedro que las pone en más de una ocasión.

Son para estados de ánimo diferentes, pues con Los Globos del Cielo no me queda más que rendirme ante una prosa tan sensual como cómica. “Senos, senos moscovitas, pezón de dinamita, belleza furiosa, me alocas, me exprimes, popopopo popopopopo. Me hablas, te entiendo toditito, y es que cuando me excito, mi cuerpo resuelve cualquier impedimento, popopopo popopopopo”. Relata un “encuentro íntimo e internacional” de un peruano con una rusa. ¿Podría ser el himno perfecto para Rusia 2018?.

¿Cuántas veces hemos escuchado canciones sobre un amor trágico? Miles de temas que inmortalizan esos momentos, pero Talk-Show es totalmente diferente. En ella, Pedro Suárez-Vértiz habla y no canta (un poco al estilo del genial Johnny Cash). Da un testimonio de una relación pasajera, adolescente, cuyo recuerdo (mezclado por una culpa de esas que nos castigan injustamente) lo persiguió por varios años, hasta un triste desenlace. Pedro cuenta “Le dije señor qué tal soy Pedro se acuerda de mi? ¿Qué fue de su hija? Me dijo cómo no sabes?… ella murió. Fue un vuelo “cardeal” con Barcelona. Quede consternado una vez más. Completamente arrancado de mi presente. Nunca me despedí de ella, nunca supe cómo le fue después. Ahora tengo clara la noción del amor y del dolor. Aunque fue en un lejano pasado, esta lección ya no es para mí. Díganle adiós si hay que hacerlo. Cierren su historia de amor. Terminen su libro”.

Con la crisis económica de los 80, muchos peruanos migraron al extranjero. Y, al paso de los años, con un país que no termina de salir de catástrofes socioeconómicas esa realidad se sigue dando. Pedro Suárez­-Vértiz reunió en una canción ese sentimiento de tantos compatriotas al recordar su Perú con nostalgia, Cuando Pienses en Volver es un himno, es sentimiento patrio puro. Tal y como queda demostrado en este fragmento: “Cuando pienses en volver. Aquí están tus amigos, tu lugar y tu mujer. Y te abrazarán. Dirán que el tiempo no pasó. Y te amarán con todo el corazón. Puedes ser que en tu tierra no había a donde ir. Puede ser que tus sueños no tenían lugar. Pero solo en tu cuarto tu tendrás que admitir…Que podría haber pobreza pero nunca soledad (ey!). Quieres sacar los tormentos de tu corazón. Pues el dolor no es eterno y pronto saldrá el sol, saldra el sol (hey). Cuando pienses en volver”. Un poco también podría decirse, escuchar cuando pienses en irte.

Finalmente, otra que golpea al corazón. Para este periodista Lo Olvidé es la fusión perfecta entre una canción poderosa y un video musical que funciona muy bien. Podría verlo cientos de veces y lo seguiría encontrando bueno. Es sobre el famoso “aprovecha el día, la oportunidad” o el latinazgo “carpe diem” (que los que vimos La Sociedad de los Poetas Muertos recordamos tan bien), no hay que dejar escapar el momento para decir cosas fundamentales. “De nada sirve decir te amo. De nada sirve ahora llorar. Cómo quisiera estar soñando, y con tus besos despertar. Una oportunidad perdida, en el amor no vuelve más. Son las lecciones de la vida, que nunca más te servirán. Lo olvidé, lo olvidé lo olvidé”, recomienda el buen Pedro Suárez-Vértiz.

Cerramos esta columna homenaje, recordando que esas son las canciones predilectas de Pedro Suárez-Vértiz de este columnista, hay muchas más. Gracias, Pedro.

 

2 Responses

  1. Pacho Lopez dice:

    Extraordinario, gracias.

  2. Lorena Mauricio dice:

    Excelente articulo felicitaciones!

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