En marzo del año entrante, según dio a conocer la Conmebol, se dará inicio a la ronda Eliminatoria rumbo al Mundial de Qatar 2022. Un propósito en el que trataremos de repetir el plato de la clasificación al Mundial de Rusia 2018, como ejercicio obligatorio.
La presencia peruana en Rusia 2018 tras larga espera de 36 años, colocó un saborizante agradable al paladar amargo de una hinchada que disfrutó el menú placentero de la clasificación.
Una vez en Rusia en convivencia con las más selectas selecciones del mundo, ameritó el desborde de una hinchada que a la postre fue elegida por FIFA como la mejor del mundo.
De ser andrajoso y apartado de la mesa de los comensales que nunca dejan de estar presentes en los banquetes mundialistas, la selección peruana se puso su mejor traje para rozarse con los mejores y tener a Francia como rival, como un sueño convertido en realidad.
Era el corolario de una clasificación que se consiguió con zozobras a lo largo de la eliminatoria, resultados de muerte y respiración asistida cuando ya se pensaba que no salíamos de la unidad de cuidados intensivos.
Sin embargo se sumaron resultados que aclararon la turbiedad de las aguas y en medio de la espesura de un bosque silvestre y agreste, triunfos ante Paraguay y Ecuador en las alturas de Quito, apartaron las dudas de nuestra presencia mundialista.
Ahora, otra ronda premundialista se avecina con una lectura distinta a lo que vendrá en los años venideros. De hecho si en la anterior eliminatoria pasamos dando brincos, las puertas en adelante tendrán siete llaves si damos cuenta que países como Paraguay, Chile y Ecuador apuntan a quitarnos el cupo alcanzado para Rusia 2018.
Se suma a la jauría contra la selección de Ricardo Gareca el once vinotinto que sin empacho se ha propuesto estar en Qatar 2022. Venezuela trabaja a destajo su preparación que ya empezó a dar frutos.
El equipo llanero es el actual subcampeón mundial Sub 20 y en el actual certamen en Chile Rafael Dudamel, su técnico, le da rodaje para que Venezuela se acostumbre a ganar todo lo que se presente.
Una actitud que no se puede dejar de lado. Venezuela ha dejado de ser Cenicienta del fútbol y no se detiene en prepararse. Quiere clasificar a su primer mundial y no van a parar hasta lograrlo.
Todo ello obliga a Ricardo Gareca tomar debida nota para reconocer la existencia en construcción de un plan concebido como trampa para que Perú no la tenga fácil y no se llene la boca para decir que en la repetición está el gusto.
El equipo peruano de la anterior eliminatoria a la actual que alistará el ‘Tigre’ hay una distancia notoria. Hay jugadores nuevos, con deseos de ser parte de la nueva historia pero con dudas dejadas en las dos últimas fechas FIFA al perder los amistosos contra Ecuador y Costa Rica.
Lo sustancial es que el equipo conserva a todos sus integrantes. Los jugadores conocen al dedillo de lo que pide Ricardo Gareca pero con un agregado: La alerta encendida de ser poco la anterior gesta porque la exigencia que se viene será mayor.