Ser el mandamás en el fútbol…

 

En el fútbol, como en cualquier actividad de la vida, siempre habrá trampa. Si el filósofo griego Diógenes que durante el día iba y venía por la calle con una lámpara encendida proclamando que buscaba hombres honestos, hoy me atrevería a decir que, quizá, los encontraría antes de hallar al dirigente de fútbol perfecto. Porque son tantos los intereses que giran alrededor del más popular de los deportes que con solo llegar a ostentar un cargo federativo (léase presidencia) es tocar el cielo con las manos. Es poder puro. Son alrededor de más de 20 viajes aéreos al extranjero por año en primera clase más viáticos, gastos de representación y otras bonitas etcéteras.

Manuel Burga Seoane, siendo titular de la FPF, solo el año 2014 logró viajar 17 veces por Sudamérica, Centro y Norteamérica sin contar que también se desplazó a Suiza, Francia, Holanda (dos veces) y España. Todo hizo un total de 22 viajes a casi dos salidas al exterior por mes. Quebró su récord que ostentaba el 2010 en que salió por el aeropuerto limeño 19 veces (tres a Europa y 16 por este parte del continente). El 2011 viajó ‘solamente’  en 17 ocasiones (cinco con destino a Europa y 12 entre Sudamérica y los EE.UU.). El año siguiente ‘bajó’ a 13 (cuatro a Europa y los otros por Sudamérica y Costa Rica)  ¿Y a Europa cuántas veces lo hizo? En los 20 años que registra su movimiento migratorio viajó al Viejo Continente ¡49 veces! Reitero, su movimiento migratorio así lo señala. No mentimos.

Volviendo al presente ni siquiera el escándalo de soborno, lavado de dinero y fraude del ‘Fifagate’ destapado por las autoridades suizas el 2015 tras años de seguimiento de parte del FBI contra directivos de la FIFA con su presidente Sepp Blatter a la cabeza, han frenado el ansía de dirigentes que como sea quieren llegar a ser el máximo representante del fútbol de su país. Y, como que dos y dos son cuatro, a viajar se ha dicho…

Los peruanos hemos sido testigos esta última semana -lunes 14 para ser más precisos-, de todo lo que aconteció en la sede de la Videna donde se terminaron aprobando los nuevos Estatutos de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) en medio de fuertes declaraciones entre los bandos. Hechos que los peruanos nos estamos acostumbrando a ver si volteamos el rostro y traemos a nuestra mente los duros enfrentamientos entre los políticos del poder Ejecutivo y los congresistas del Parlamento hoy disuelto.

 

El tema futbolístico ha causado mucha polémica y prácticamente ha polarizado a la clase dirigencial de este deporte en nuestro país. Si bien en la Videna han cerrado el debate y que los famosos Estatutos ya fueron aprobados con 37 votos a favor pero hubo 7 que no estuvieron de acuerdo entre ellos dos grandes: Sporting Cristal y Alianza Lima. El tercero, Universitario de Deportes, ‘compadre’ de los aliancistas a último momento declinó ponerse en la fila de los contra y decidió apoyar a la aprobación de los discutidos Estatutos.

 

Lo grave de todos este asunto es que tanto Sporting Cristal como Alianza Lima y los que están alineados con ellos, Melgar FC, Universidad San Martín y Ayacucho FC ya planean impugnar esa aprobación exponiendo la serie de irregularidades que hubo en ese cita del lunes pasado. Estos  cinco clubes de Primera División han decidido ir hasta las últimas consecuencias con su reclamo  que llegaría hasta elevadas instancias como el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Informes de buena fuente nos indican que después de la reunión del lunes sus dirigentes representantes vienen recabando la documentación para elevar sus protestas a pesar de que estos acuerdos en la Asamblea tuvieron el aval de la FIFA.

 

Lo que más cuestionan estos grupos de interés son la composición en que quedó la Asamblea (se plantea que la mayoría no deba ser de los presidentes de las Federaciones Departamentales que siempre fueron 25); el manejo de la economía y los requisitos que se piden para el próximo presidente de la Federación, donde, por ejemplo, para cortarle las alas al actual director deportivo de la FPF, Juan Carlos Oblitas que antes había expresado su deseo de lanzarse como presidente, hoy se encuentra con la aprobación de las Bases donde se indica que para poder postular el potencial candidato tiene que haber sido dirigente de club durante tres años en los últimos siete años. Juan Carlos no reúne este famoso requisito. Y sí el actual presidente Agustín Lozano que reemplaza a Edwin Oviedo, hoy preso en Chiclayo. Lozano para estar a tono con estos vaivenes con que se mueve la política futbolera en la FPF no ha dicho hasta hoy esta boca es mía, es decir si espera o no lanzar su candidatura pero todo indica que sí lo hará.

Más allá de lo polarizado del tema, lo que preocupa es que no haya consensos para lograr que el fútbol peruano avance. Si los clubes de oposición llegan al TAS esta historia de los nuevos Estatutos podría prolongarse más de la cuenta. En caso la crisis y los desacuerdos se agraven, no se descarta que el tema llegue hasta una intervención FIFA. Y nuestro balompié seguirá lejos de la profesionalización y del desarrollo.

Sin embargo el fútbol -hay que decirlo- ha pasado a convertirse en un engendro de ese mal recurso que solemos decir que el fin justifica los medios. Y, por supuesto que  también los miedos justifican los medios. Pero así  como entre magos no necesitan adivinarse la suerte, los peruanos amantes del  fútbol hoy frente a este lío de los Estatutos, solo piden más triunfos, mejores jugadores, menos viajecitos y dirigentes que a conciencia ocupen sus cargos en bien de nuestro fútbol y no en su provecho personal.

 

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