Sin apoyo nada es posible

 

Si para ser elegida como sede de los Juegos Panamericanos del año 2019, en octubre del 2013, nuestra capital llevó como lema “Lima, la sede de todos”, después de la brillante inauguración del pasado 26 de julio y del cierre brillante de su clausura, solo cabría agregar que el deporte -una vez más- en sus diferentes modalidades sigue siendo el motor que moviliza, paraliza y despierta a la sociedad en general. El mal sabor que nos dejó Canadá cuando Toronto nos ganó el derecho a ser sede el 2015, hoy nuestros dirigentes, en primer lugar, dieron fe con orgullo que todos los ofrecimientos que hicieron postular a Lima 2019 se cumplieron con creces. Y nuestros bravos deportistas ganaran o no medallas de ser ejemplos vivos hacia quienes buscarán ser como ellos porque el deporte no dejará nunca de ser el ‘fenómeno cultural más relevante, complejo y apasionante”.

El domingo último al apagarse el fuego panamericano, Estados Unidos volvió a ratificar que con sus deportistas es duro y difícil competir. Ganaron 120 medallas solo en oro. Una cifra que sumando las de Brasil (segundo, 55) y México (tercero, 37) no pudieron alcanzarlo. En preseas doradas los nuestros en Lima 2019 alcanzaron 11 cuando en Toronto fueron cuatro (Gladys Tejeda, Francisco Boza, Natalia Cuglievan y Alexandra Grande) sumadas tres de plata y seis de bronce. Y siguiendo las estadísticas Perú en Toronto terminó en el puesto 14. Lima 2019 lo dejó noveno porque junto a Gladys, Alexandra y Natalia, que volvieron a ser doradas, se sumaron ocho que merecen ser citados: Diego Elías (squash), Cristhian Pacheco (maratón), Benoit ‘Piccolo’ Clemente (surf-longboard), Daniella Rosas (surf open femenino), Lucca Mesinas (surf open masculino), John Trebejo, Oliver del Castillo y Carlos Lam (karate-kata), Claudia Suárez (paleta frontón femenino) y Kevin Martínez (paleta frontón masculino).

Decepción enorme fue el fútbol dirigido por Nolberto Solano (terminó séptimo) lo mismo que el seleccionado de vóley que no ganaron medalla alguna al punto que en la Videna la dirigencia de la FPF analizará qué rumbo tomarán mirando el preolímpico Sub 23 en Colombia entre el 15 de enero y el 2 de febrero del próximo año para definir a los dos equipos de la Conmebol que irán a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Lo del vóley hay que decirlo, vive una crisis profunda difícil de salir por ahora.

Mirándonos en el espejo con países que tenemos muy cerca como Argentina (sexto, 32 oro), Colombia séptimo (28 oro), Chile octavo (13 oro) y Ecuador 11 (7 oro) resulta evidente que no obstante el esfuerzo titánico realizado por nuestras disciplinas en el Panamericano limeño, nos encontramos con desventajas a la hora de enfrentarnos a una auténtica política de Estado en del deporte. Para nadie resulta extraño conocer del enorme envión –copiamos esa palabra tan ligada a las pesas- que ha tenido y tiene el deporte a través de la televisión de sus competencias cuyos derechos cuestan mucho dinero. Millones ven hoy partidos por más distantes que estén. Lima 2019 con sus 41 deportes ha merecido merecidos elogios desde distintas ciudades del mundo.

Entonces, si el deporte genera dinero y es un negocio, cabría preguntarse ¿por qué en el Perú no se aplica una auténtica política hacia el deporte? Que se adapten, de una vez, a las necesidades que tienen algunos deportistas que muchas veces no cuentan con el pasaje para ir a entrenar. Una voleibolista que jugó en los Panamericanos ha denunciado que había días que no tenían canchas donde practicar y acudían a los colegios. Dentro de esa Política Nacional del Deporte (DS 003-2017) del 10/5/2017 en su presentación se dice que “estácomprobado que el deporte no sólo es un componente básico del desarrollo humano, sino también un medio efectivo para solucionar problemas sociales…. () generando impactos positivos en el desarrollo de la persona…”.

Viendo hacia afuera ¿hasta qué punto el Estado y los capitales privados ayudab al deporte y a los deportistas? Chile después de una dura relación con el deporte cambió cuando el  Digeder pasó a ser Instituto Nacional de Deportes. Crearon un marco normativo que comprendió -como nunca antes había existido- todos los aspectos de la actividad deportiva del país. Miraron con optimismo el futuro. Y ya son fuertes. De Lima se llevaron 50 medallas (oro 13, plata 19 y bronce 18). Y no es por nada el Ministerio del Deporte (acá no hay) destinó el 2018 en su presupuesto anual US$29 millones 462,302 para su deporte competitivo. Este año llegó a US$39 millones 738,810. Solo para que sus atletas viajen a competir y entrenar afuera asignan US$7 millones 082,89. Solo en su Plan Olímpico sus deportistas entre competencias y entrenamientos suman 665 actividades.

Si el Perú para organizar su Panamericano Lima 2019 invirtió 4 mil millones de soles (US$1,182 millones 182,060 porque hubo que construir escenarios que no los habían) en Chile ya presupuestaron sus Panamericano 2023. Su presupuesto llega a US$1,186 millones 576,371. Solo en infraestructura invertirán 350 millones de dólares.

En Colombia donde también hay un Ministerio del Deporte, en Coldeportes (el IPD nuestro) hubo satisfacción cuando el Gobierno señaló un presupuesto sin recortes para el 2020. Y es más, hasta se le aumentó el 10% que si bien sigue siendo bajo para ellos servirá para seguir avanzando en éxitos. Lima 2019 ya es un claro ejemplo ¿A cuánto asciende su presupuesto para el deporte? La suma de $553.000 millones de dólares. Los triunfos de los tenistas Juan Cabal y Robert Farah en Wimbledon y de Egan Bernal en el Tour de Francia más 81 medallas que se llevaron de Lima 2019 (28 oro, 23 plata y 33 bronce) justifican de sobra esa inversión de dinero.

Sonará a nostalgia pero lo es: el 2013 invertimos US$ 675 millones (S/. 1,889 millones) en deporte, es decir, cuatro veces más que el Gobierno colombiano que en el mismo año invirtió US$ 167 millones pero los éxitos medalleros fueron para el país de la cumbia. Esta  afirmación la dio la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú) al mismo tiempo que fijaba mejorar la calidad del gasto público e implementar nuevos mecanismos de financiamiento del deporte. Gastábamos más en inversión de infraestructuras deportiva –en buena hora la construcción de escenarios que nos deja Lima 2019- que en elevar el rendimiento en marcas de nuestros deportistas.

De Argentina aun cuando no deja de ser potencia, su presupuesto anual al deporte se redujo ‘levemente’ a 77,5 millones de dólares. Solo en sus atletas de alto rendimiento que tenían el 52% de ese monto, para este año la cifra bajó a 25% y no hubo reclamos por la situación difícil del país. Mientras que en Ecuador donde su ex Ministerio de Deporte pasó a tener el rango de Secretaria se destinan 20 millones de dólares de los cuales 2,5 van solo a sus atletas de alto rendimiento en parte de pago más no salario. Y así con todo solo en el primer semestre de este año, sin contar las medallas de Lima 2019 donde ganaron 7 de oro, 14 plata y 31 bronce, sus atletas han conquistado 331 distribuidas en Mundiales (5), Panamericanos (46), Sudamericanos (145) y otros campeonatos (135).

Que las luces de la inauguración y clausura de Lima 2019 no se apaguen nunca para que sigan iluminando nuestro devenir deportivo. Siempre.

 

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