Sonría, la fiesta vuelve al fútbol

 

El fútbol es espectáculo, pasión y fiesta. Cualquier otra cosa distinta lo convierte en soporífica asistencia con hinchas tristes y atados a los rigores de una ley hecha por quienes nunca pisaron un estadio.

Un nuevo decreto que modifica la Ley 30037 permite que regrese a las tribunas el papel picado, las banderolas y los bombos para que la alegría retorne a los escenarios con ese fervor de los hinchas convencidos de disfrutar su espectáculo favorito.

La Ley 30037 es extremadamente dura que limita las fiestas deportivas por la mala conducta de hinchas que más bien se convirtieron en aguafiestas al hacer uso indebido de las permisibles libertades de alentar a sus equipos.

Las bengalas y la ingesta de licor aparte del comportamiento delincuencial de las llamadas barras bravas atizaron el horno de las malas artes que obligó severas acciones como el de carcelería de 8 años para los infractores.

Ello se mantiene, la delincuencia no es parte de la fiesta futbolera. De hecho que los hampones disfrazados de hinchas tendrán que alentar desde prisión, el lugar que corresponde al que se pone al margen de la ley.

Dicho así, el hincha podrá nuevamente sonreír para que pueda ser parte del show futbolístico y hacer valer que su entrada pagada en boletería forme parte de su terapia de salir del estrés que lo apresa con las obligaciones labores durante la semana.

Para que funcione el nuevo decreto son los clubes los más interesados en que el comportamiento de sus seguidores sea de angelitos que no arrojen ningún artefacto a la cancha. El árbitro puede suspender el partido y eso se mantiene, no ha cambiado.

Los clubes tienen la obligación de aleccionar a sus hinchas de velar por un buen comportamiento, tanto dentro de los escenarios como en las afueras de los recintos donde la violencia se escabulle y protege con la huida por las calles solitarias.

Es también un buen paso haber eliminado las entradas de cortesía que los clubes repartían a sus barristas. Bien se sabe que estos barristas revendían esas entradas perjudicando al propio club que las regaló.

Con la fiesta de regreso a los escenarios el primer favorecido será Alianza Lima que el 31 de mayo enfrentará a Independiente de Avellaneda por la Copa Libertadores 2017.

Los clubes necesitan que los hinchas tengan las garantías de asistir a un evento seguro. Con ese convencimiento podrán los hinchas apoyar con su dinero para el sostenimiento de las instituciones con raleadas economías que se quejan de no tener ingresos.

Un decreto a favor de la fiesta del fútbol, por último, podrá contento también al vendedor de maní porque podrá tener más compradores. Viva el fútbol.

 

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