En medio de los vetos migratorios, proyectos de muro fronterizos y separación familiar, se hallan al filo de la deportación más de 700 mil jóvenes “soñadores” (dreamers) que fueron traídos al país siendo niños por sus padres y que por ahora cuentan con la protección del DACA, aprobada por el exmandatario, Barack Obama.
Líderes del Partido Demócrata y defensores de los inmigrantes se están preparando para una arremetida contra el Programa de Acción Diferida, conocido como DACA (por sus siglas en inglés), en medio de la incertidumbre y los tambores de guerra de los conservadores radicales.
No se espera que Donald Trump inmediatamente ordene redadas dirigidas a los estudiantes, pero la angustia es creciente aumentar si el nuevo presidente decide ejecutar el plan de deportar a más de 2 millones de inmigrantes , que afectaría a muchos estudiantes DACA que probablemente no tendrán acceso a ningún tipo de protección jurídica.
León Fresco, quien estuvo encargado de la Oficina de Inmigración del Departamento de Justicia, dijo que incluso si Trump no elimina el programa o promete no perseguir directamente a los jóvenes inmigrantes —como lo ha insinuado—, más de mil de ellos serán afectados por las redadas de deportación, incluyendo a aquellos que han recibido órdenes de expulsión o tienen historial de haber cometido delitos menores.
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En las últimas semanas, decenas de inmigrantes indocumentados fueron deportados pero sus hijos quedaron en el limbo, despertando protestas en todo el mundo que llevaron al presidente Donald Trump a declarar que “tiene un gran corazón” y que en las próximas cuatro semanas anunciará políticas sobre si estos jóvenes podrán quedarse en EEUU, aunque señaló que “no deberían estar muy preocupados“.
Lo cierto es que, con la presión de los sectores conservadores más radicales, las más recientes declaraciones del presidente electo Donald Trump respecto al futuro de DACA y de los “dreamers” dan un mensaje confuso, indicando a la vez que seguirá con su idea de cancelar el beneficio al que se acogen más de 700,000 jóvenes inmigrantes, al mismo tiempo que “se trabajaría algo”.
A su retórica respecto a DACA, que durante su campaña se ciñó a cancelar el llamado programa de “acción diferida” que suspende la deportación de migrantes que llegaron a este país siendo niños, Trump ahora añade una declaración edulcorante pero indefinida.
“Trabajaremos algo que hará que la gente esté feliz y orgullosa”, dijo Trump en una entrevista publicada por TIME magazine que no ocultó sus simpatìas al declararlo“persona del año”.
El futuro de los “Dreamers” será, pues, una de las primeras pruebas de fuego para la administración de Donald Trump
No obstante, la entrevista señala que Donald Trump no se retractó de su promesa de eliminar DACA, el programa que protege a cientos de miles de “dreamers” de ser deportados y les da un permiso de trabajo.
Y es que el mandatario se encuentra está bajo fuerte presión de diversos bandos -a favor y en contra de DACA- , pero el destino de este grupo de inmigrantes, indocumentados desde que el presidente Barack Obama creó la opción administrativa de acogerse a DACA en 2012, está en la palestra en los últimos días.
Las reacciones a lo dicho por Trump fueron mixtas, y varios grupos proinmigrantes apuntaron no creer en la buena voluntad del mandatario electo hasta no ver más detalles de lo que podría hacer para ayudar a estos jóvenes y mientras mantenga que cancelará el programa.
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“Antes de que alguien caiga en la trampa de creer que Trump se está ‘flexibilizando’ en inmigración, deberían recordar que esta película ya la hemos visto antes. Recordemos que la supuesta ‘flexibilización’ de Trump en el verano fue seguida por el más oscuro y nativista discurso en torno a la inmigración en Phoenix”, dijo Frank Sharry, presidente del grupo cabildero proinmigrante America’s Voice, en Washington.
“Si Trump habla en serio sobre hacer ‘feliz y orgullosa’ a la gente, debería revertir su posición de cancelar DACA y mantener el programa hasta que trabaje con el Congreso para aprobar un amplio e independiente DREAM Act”, agregó Sharry.
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Portavoces del grupo “dreamer” más grande del país, United We Dream, dijeron que no aceptarán ninguna solución que los favorezca a ellos pero que penalice a sus familias, en caso de que esto es lo que Donald Trump esté planeando.
“Lucharemos para defender DACA y asegurarnos que cientos de miles de jóvenes siguan protegidos, pero nunca permitiremos que se “negocie algo” para nosotros, que pueda servir de pretexto para hacer deportaciones masivas o para crear un registro de musulmanes”, advirtió Greisa Martines, directora de activismo de UWD.
Algunos activistas recordaron que Trump, antes de ser candidato a la presidencia de 2016, se reunió con un grupo de “dreamers” en sus oficinas de Trump Tower en Nueva York en agosto de 2013 y les dijo que “lo habían convencido” de las bondades de permitir que se quedaran en este país.
I remember when we took a group of #DREAMers to meet him – Trump: 'We’re going to work something out' with Dreamers https://t.co/Mq6CjcZWon
— Estuardo V. Rodriguez (@EstuardoDC) December 7, 2016
La angustia de muchos inmigrantes se incrementa con las primeras medidas tomadas por Donald Trump al tomar al poder: la construcción de un muro con México, más centros de detención y recorte de fondos a las ciudades santuarios.
En una entrevista con la cadena ABC, la primera que otorgó al asumir presidencia, Donald Trump optó por la ambigüedad al declarar que los dreamers “no deberían estar muy preocupados”, aunque no dejó pasar por alto en su respuesta que “están aquí de forma ilegal”.
“Vamos a cuidar de todo el mundo. Vamos a tener fronteras fuertes. Vamos a tener una frontera muy sólida”, afirmó el mismo día en el que la orden ejecutiva para iniciar la construcción del muro fronterizo.
Tomás Pendola, beneficiado de DACA, maestro, advirtió que la eliminación de este programa sería devastador, un gran paso hacia atrás, porque no podría trabajar y ni siquiera tener licencia para conducir.
“Los chicos de DACA en un futuro muy cercano, en cuestión de semanas, serán detenidos como parte de estas redadas de ordenes de remoción que no habían sido ejecutadas”, dijo Fresco, un ex fiscal general adjunto en la división civil del departamento.
Debido a que la implementación de la Acción Diferida de la Llegada de Niños (DACA) queda a discreción de las autoridades, no representa un estatus real y puede ser revocada en cualquier momento.
El Departamento de Seguridad Interna de EEUU le dijo a los recipientes de DACA que su información personal no será utilizada para propósitos de ejecución de órdenes, pero eso no significa que no sean detenidos por otras órdenes legales, advirtió Fresco.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ya tiene una lista de miles de personas y familias con órdenes de remoción que no han sido ejecutadas. Muchos de ellos son recipientes de DACA que no asistieron a una audiencia en tribunal y su expulsión del país fue ordenada en su ausencia. Otros pueden ser que tengan padres que solicitaron asilo y se les fue negado.
Los miles de “dreamers ” se encuentra en los umbrales de la pesadilla después de viajar en pos del “sueño americano”, convertido ahora en un futuro sombrío.