Universitario de Deportes con el equipo de Challe

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Por lo menos la versión oficial surgida de las oficinas de la administración temporal del club Universitario de Deportes es que el plantel 2016 tiene el sello completo de Roberto Challe, aún a pesar de las bajas de Antonio González, Néstor Duarte o Álvaro Ampuero. Lo de José Carvallo sí fue contra la voluntad expresa del DT. Incluso están entrenando, pero con poquísimas chances dos elementos desfasados como Michael Guevara (por dejadez del jugador) y Luis Guadalupe (un profesional, pero arrastra cuarenta años). Es Challe quien pidió y él será el principal responsable de los triunfos o del debacle.

La verdad esta versión de Universitario de Deportes no invita a soñar demasiado, pero se parece bastante a la de Ángel Comizzo (el técnico argentino que le dio el último campeonato a los cremas). Una mixtura de jóvenes y veteranos, inclusive con el plus de conocer mejor los aportes de los extranjeros. Todos ellos han jugado por lo menos una temporada en el campeonato peruano. No deberían de haber, sobre el papel, “sorpresas” que han causado regaños de la fiel hinchada merengue en los años más recientes. No veremos interrogantes tan tristes como el “gaucho” Sebastián Luna (lo trajo Comizzo antes de huir a México) o el uruguayo Carlos “Maravilla” Grossmüller (uno de los últimos regalitos del ‘Chemo’ Del Solar).

Pero que no haya novedades no quiere decir que todo sea miel sobre hojuelas. El hoy anhelado retorno de Diego Guastavino está siendo tomado casi en dimensiones “Messiánicas”, y la verdad dicta que es un jugador que debe encontrar su mejor estado físico y futbolístico. Cuando vino al Perú en la etapa Comizzo trabajaba con un entrenador que lo conocía y todavía así resintió los meses sin fútbol que arrastraba desde el campeonato “charro”. Ahora viene de meses en banca de su último equipo, el chileno U. de Concepción. Diego Manicero jugó poco en Sporting Cristal y hasta firmó “parchado”. Hernán Rengifo el año pasado tuvo muy poca participación en el Juan Aurich de Roberto Mosquera (que ni siquiera lo puso en lista para su llegada a Alianza Lima).

El mejor jale de Universitario de Deportes parece ser uno de perfil humilde, el recorrido lateral Miguel Trauco, un defensa veloz que además suma a su juego el gol que es poco común en ese puesto, por lo menos en el Perú. Adán Balbín es otro refuerzo que viene con un currículo que se paralizó en el tiempo, desde la etapa en que brilló en la Copa América de Sergio Markarián hace más de cuatro años. Con esta breve revisión constatamos que las contrataciones de la “U” son un trabajo regenerativo para Roberto Challe, un técnico que basa su gestión en dos vertientes: la estrategia y la motivación (que evidentemente será muy importante si se quiere trascender).

Algunos hinchas, y posiblemente se vayan sumando más con el transcurso de las fechas, se preguntan si no resultaba más sencillo no tocar demasiado a un plantel que terminó el 2015 peleando el Clausura. El problema es que este 2016 es el primer año que la administración merengue parece haberse tomado en serio eso de ir pagando las deudas, y había jugadores que facturaban demasiado. De confirmarse la exclusión de la Copa Sudamericana (situación que difícilmente se daría y debe estar resuelta a favor de la “U”, intocable por muchas leyes, en estos días) se haría muy complicado mantener en el equipo a Raúl Ruidíaz. En ese tiempo jugadores como Andy Polo o Edison Flores también darían el adiós. Universitario tiene que ser más fuerte que sus problemas y las limitaciones presupuestales.

 

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