Universitario ya no puede fallar

 

El intento no es suficiente para sentar las bases de un equipo que, empujado por sus propios hinchas, trata de hacerse un espacio en el torneo en que participe con todo el colchón que le ofrece la temporada 2020.

Universitario es un equipo que está siempre en el ojo inquisidor de todo el Perú al igual que Alianza Lima y Sporting Cristal, los tres estandartes de nuestro fútbol a seguir.

El equipo de Ate en el inicio de año es el que más activo se ha mostrado, con un partido de Copa Libertadores y tres amistosos con un resumen de amargura que no endulza el paladar de su gente.

Un triunfo ante Huracán hizo click con sus parciales. Fue el comienzo de un año pintado a ser mejor, sea en la Liga 1 y la Copa Libertadores. Luego la derrota ante Boca Juniors, comprensible hasta cierto punto, pero la derrota ante Cerro Largo hizo que se vea turbia y lejana la distancia de los objetivos trazados.

Contra Carabobo el examen exigía por obligación sacar puntaje de excelencia, 20 sobre 20 y no fue más que un empate rastrero, insulso, poco gratificante ante un rival del kindergarten de Venezuela.

El rendimiento fue en realidad pobre con un esquema repetido aunque muchos tendrán que necesitar anteojos porque ven movimiento táctico diferente bajo el mandato del uruguayo Gregorio Pérez.

Universitario si en realidad se siente estar considerado en el top de los mejores debió ganar, gustar y golear a un rival que solamente tuvo en Edwin Tortolero y el arquero Angel Hernández, como astillas del palo llanero.

El partido de los merengues fue una repetición aburrida de los últimos años, con lenta salida para pasar al ataque, cuando la pelota llegaba al mediocampo las ideas se esfumaban y la pelota no aterrizaba en la pista donde entran en acción los delanteros. Un manjar acicalado para ser bueno y terminó muy agrio pese al empate.

Encima había un guardado escondido con Donald Millán, el colombiano llamado a ser el cerebro de este equipo, el pensante, distinto, pero que zafó cuerpo, se hizo un aspirante a ser invisible y no se le vio.

Millán defraudó. Tiene la capacidad para ofrecer mejores presentaciones. No es mal jugador pero se negó a sacar los conejos del sombrero para que Universitario se estacionara en el stand by y pueda curarse en el corto tiempo que queda del susto. El rival será en el partido de revancha en el Monumental donde la milicia crema habrá de sacar sus mejores armas para resolver esta primera fase de la Copa Libertadores.

Queda dicho que Universitario tiene que mejorar, dejar sus demonios de lado y moldarse en el listado pequeño de los protagonistas donde Alianza Lima y Sporting Cristal no esperan mucho para ser los depredadores de turno.

 

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