Comunidades indígenas celebran renuncia de GeoPark a sacar petróleo de la selva peruana

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Los indígenas wampís y achuar del norte de la Amazonía peruana celebraron el anuncio de la compañía GeoPark, con base en Chile, de renunciar a la explotación del yacimiento petrolífero Lote 64 tras una férrea oposición de los pueblos nativos a la actividad extractiva en sus tierras.

El Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís calificó de “victoria indígena” la retirada de la empresa y consideró que tanto ellos como los achuar “han sentado públicamente sus compromisos por la conservación de los territorios de vida y el respeto a la dignidad humana”.

La “decisión irrevocable” de GeoPark a retirarse el Lote 64 se debe a “razones de fuerza mayor” que están contempladas en el contrato de concesión que en 2016 firmó con la petrolera estatal de Petroperú para asumir la participación del 75 % de este yacimiento, según informó en su último reporte de operaciones.

Petroperú confirmó la salida de GeoPark el mismo jueves en un comunicado y detalló que la razón de fuerza mayor se debe a que no se ha aprobado aún ningún estudio de impacto ambiental (EIA) para operar en la zona.

En junio de 2019 GeoPark desistió ante las presiones de las organizaciones indígenas de seguir adelante con la propuesta del EIA que era evaluada por las autoridades nacionales de Perú.

El EIA había sido observado en marzo por el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) por no precisar los pasivos ambientales ni la delimitación de las áreas de influencia directa e indirecta del proyecto, así como la situación cultural actual de las comunidades nativas de la zona.

La renuncia de GeoPark llega pocos días después de que los wampís denunciasen a la empresa penalmente por considerar que puso en riesgo a varias comunidades al movilizar dentro de sus territorios y sin permiso de ellos a trabajadores durante el periodo de confinamiento nacional decretado por la COVID-19.

PETROPERÚ SE QUEDA SOLA

Ahora Petroperú se ha quedado sola en el Lote 64, por lo que advirtió que en los próximos días anunciará sus nuevos planes, cuyas opciones son buscar un nuevo socio que se encargue de la explotación, asumirla ella íntegramente o bien desistir por el momento de este yacimiento.

Los planes de GeoPark y Petroperú eran iniciar la producción de petróleo en el segundo semestre de 2019 con 6.000 barriles al día para después aumentarla progresivamente durante los siguientes siete años hasta los 55.000 barriles diarios. Las reservas probables del yacimiento se estiman en unos 200 millones de barriles de crudo.

“No importa cuánto tiempo insistan para entrar a nuestro territorio. Nunca vamos a permitir el ingreso a empresas petroleras. Ya tenemos experiencias previas (en otras zonas de la Amazonía) donde ríos y animales han sido contaminados”, dijo Nelton Yankur, presidente de la Federación de la Nacionalidad Achuar del Perú (FENAP).

Por su parte, el jefe de Incidencia de la organización estadounidense Amazon Watch, Andrew Miller, consideró que la salida de GeoPark del Lote 64 “es un testamento a la visión y persistencia de los pueblos achuar y wampís, ambos con una larga y exitosa historia de expulsar empresas petroleras de sus territorios ancestrales”.

UNA LARGA LUCHA INDÍGENA

La oposición de los achuar al Lote 64 se remonta a la demarcación en 1995 de este área para la exploración de hidrocarburos de la que ya salieron previamente por la oposición de los indígenas otras grandes compañías como la canadiense Talisman Energy, la estadounidense Oxy y la venezolana Arco.

En el caso de Talisman la confrontación derivó en una denuncia contra la empresa por presunto intento de genocidio cuando en 2009 ingresó a la zona del yacimiento en helicópteros con otros achuar armados, lo que propició un enconado conflicto entre las familias de indígenas.

A la intensa y constante oposición de los achuar se le unieron desde 2018 los wampís y juntos presionaron para que GeoPark desistiese del estudio de impacto ambiental.

Los nativos se escudan en que el Lote 64 se creó sin su consentimiento y sin realizarles ninguna consulta previa, mientras que GeoPark consideraba que hay comunidades que se oponen al yacimiento no están dentro de su área de influencia.

El Lote 64 se encuentra en la frontera de Perú con Ecuador y abarca una extensión de unas 770.000 hectáreas sobre las que discurren un conjunto de ríos, como el Morona, que son afluentes del río Marañón, en cuya confluencia con el Ucayali forma el río Amazonas, el más largo y caudaloso del mundo. EFE