Conoce a Melba, talento de Puno que se convertirá en la primera profesional de su familia

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Melba Rivera Mamani veía cada mañana, a unos 3,910 metros sobre el nivel del mar, como sus padres se dedicaban a trabajar duro el campo y a cuidar los pocos ganados que tenían para que ella y sus dos hermanas menores tengan un sustento.

Testigo de ese esfuerzo, la joven, natural de la comunidad puneña de Aurincota, ubicada en la provincia de Chucuito, se propuso como meta convertirse en la primera profesional de su familia.

El reconocimiento a su dedicación llegó cuando, luego de dos intentos concursando, ganó Beca 18, que le permitirá en unos años, cuando termine la universidad, convertirse en la primera generación de su familia en titularse como profesional.

Rodeada de cerros, pastizales y pampas, cuando era niña, Melba dedicaba tardes, noches y fines de semana a estudiar las lecciones que sus profesores de la Escuela 70291 de Aurincota le dejaban como tarea.

No había necesidad de que sus padres estén detrás de ella para verificar si cumplía con sus lecciones, ya que las ganas de aprender fluían de manera natural en ella. “Mis padres siempre me motivaban, me decían que estudie para ser alguien en la vida y así tener las oportunidades a las que ellos no pudieron acceder”, manifiesta mientras revisa sus apuntes del primer ciclo de su carrera.

En el 2020, a pocos meses de culminar el quinto de secundaria como una de las más destacadas de su colegio, un miedo la embargaba. Aunque tenía unas ganas inmensas de estudiar, su mayor temor era que por falta de recursos económicos truncara sus sueños y anhelos.

Las jornadas que realizaban Darcy Rivera y Noemí Mamani, sus padres, solo alcanzaban para cubrir las necesidades básicas de la pequeña familia de ganadores. En este momento de incertidumbre, Melba escuchó por primera vez sobre el concurso de Beca 18 gracias a una charla que se brindó en un Tambo (centros de atención del Estado en zonas rurales).

“Cuando supe que había esa oportunidad, sentí mucha alegría, me emocioné y me motivó a participar.  La señorita del Tambo me orientó a mí y a mis demás compañeros en todo el proceso”, indica la joven.

No solo ella se sintió emociona por la noticia, sino también sus padres, quienes con mucho esfuerzo lograron juntar el dinero suficiente para comprar un celular con acceso a internet para ingresar a la página web del concurso, informarse y ayudar a su hija en todas las etapas de postulación.

Es así que juntos iniciaron este camino para ganar una de las ansiadas becas, que cubre la carrera completa a jóvenes talentos de escasos recursos económicos o en situación de vulnerabilidad.

Luego de pasar a la etapa de preselección, Melba tenía que inscribirse a la etapa de postulación del concurso, la cual se había dividido en dos momentos para brindar más oportunidades a los interesados en ganar la beca; sin embargo, ella no había sido una de las seleccionadas.

“Sentí mucho miedo de no lograr mi objetivo, pensé que ya no había una nueva oportunidad, pero la señorita del Tambo me explicó que podía volver a postular, así que no me di por vencida y postulé nuevamente, ahora ya más segura de que lo lograría”, expresa la hoy becaria.

En una de las esperas más largas de su vida, Melba tuvo que tener mucha paciencia para conocer los resultados del segundo momento. “Mis padres se enteraron que fui una de las ganadoras antes que yo, así que me prepararon una sorpresa”, recuerda la joven.

Papá, mamá y las tres hijas se juntaron en un abrazo sincero y eterno porque por primera vez un miembro de la familia iba a ser profesional y nada más que en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).

¿Por qué Enfermería? Melva señala que desde niña le ha gustado ayudar a los demás y siente que con su carrera tendrá las herramientas necesarias para brindar un buen servicio a las personas más necesitadas, en especial a sus paisanos de su querida comunidad.

“En Aurincota, el centro de salud carece de medicamentos, yo quisiera más adelante apoyar para que esta situación mejore y que todos puedan acceder a un servicio de mejor calidad y con profesionales capacitados”.

Aunque confiesa que al inicio le costó habituarse a las clases virtuales de la universidad, ahora se siente más segura del camino que ha embarcado. “Sentir miedo es parte de la vida, pero está en nosotros vencerlos para seguir adelante. A los jóvenes que quieran postular a la Beca 18, les digo que no se den por vencido y que no bajen la guardia”, aconseja Melva, mientras prepara su exposición.

Ella no solo es el ejemplo de sus dos hermanas menores, sino también de los jóvenes de su comunidad, quienes quieren seguir sus pasos para convertirse en profesionales y trasformar sus vidas.

El concurso Beca 18-2022 ya se lanzó. Se otorgarán 5000 becas integrales a talentos de escasos recursos económicos o en situación de vulnerabilidad para que estudien una carrera en las mejores universidades, institutos o escuelas superiores del país. La postulación a la preselección es gratis y virtual a través de la página web del concurso hasta el 29 de octubre de 2021.

Fuente: Andina