El destacado oncólogo, Elmer Huerta, consideró que el indulto humanitario otorgado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski al ex mandatario, Alberto Fujimori, desde el punto de vista médico no tiene ninguna justificación.
” Desde el punto de vista médico el señor Fujimori tiene una serie de enfermedades crónicas que la tienen muchísimos ancianos y ancianas en el Perú, ninguna de las cuales amenaza su vida y la Junta lo reconoce al decir que es no terminal”, repuso.
https://www.youtube.com/watch?v=fcnyZPNncf0
“ Obviamente, ante un caso como este, el indulto es una decisión enteramente política“, dijo en declaraciones a RPP.
Huerta explicó que “en el diagnóstico definitivo” de la Junta Médica que evaluó a Fujimori “hay una larga lista de enfermedades pero ninguna de ellas es de vida o muerte, ninguna puede llevarse la vida del señor Fujimori en este momento”.
“Tengo aquí frente a mí el documento de Junta Médica Penitenciaria que ha sido firmado por tres médicos especialistas. (…) Este documento tiene 8 secciones. (…) En relación a los síntomas de la enfermedad dice que la persona se queja de que está cansado sobre todo durante las tardes y a veces siente palpitaciones en el corazón. Con relación a los antecedentes hay una larga lista (de enfermedades) que estoy seguro que muchísimos ancianos tienen”, continuó.
Asimismo señaló que “quizás el antecedente más importante que él tenga desde el punto de vista médico es que hace 20 años exactamente, en 1997, se le diagnosticó que tuvo un cáncer precoz en la lengua.
“Este cáncer precoz nunca reapareció, ha sido perfectamente controlado con 6 cirugías locales. Ya no ha tenido ninguna recaída de este cáncer en los últimos 5 años. Lo cual indica que él están, en los términos que usamos los oncólogos, libre de enfermedad, el cáncer para él no es problema”, expresó.
Hizo hincapié en que, en el documento de la Junta Médica, los especialistas que indican que las condiciones carcelarias significan un riesgo para su vida y que por ello, se procede al indulto humanitario. Sin embargo, dijo que “no hay estudios que indiquen que una persona que esté dentro de la cárcel pueda hacer que su cáncer regrese o se dispare fuera de control”. (ECHA-Agencias)