WISCONSIN.- El criminal serial Jeffrey Dahmer, conocido como el ‘carnicero de Milwaukee’, por matar a 17 jóvenes y devorarlos, fue asesinado a los 34 años por un preso cuando se encontraba limpiando un baño de la cárcel de Portage.
Dahmer ya había tenido un primer aviso en julio pasado en la capilla de la cárcel, cuando otro recluso trató de cortarle el cuello con un cepillo de dientes convertido en punzón y estaba virtualmente condenado a muerte por los internos.
Los crímenes de Jeffrey Dahmer tenían ingredientes de sexo y canibalismo, como se esclareció en un juicio televisado y condenado en 1992 a cadena perpetua y salvándose de la pena capital en los tribunales pero no de la venganza carcelaria.
Jeffrey L. Dahmer, el carnicero de Milwaukee, era descrito por la prensa de un joven con cara de ángel que mató a 17 chicos en crímenes con ingredientes de sexo y canibalismo..
Fue detenido en julio de 1991 en Milwaukee. Llevaba una apacible y discreta existencia: trabajaba en una fábrica de caramelos y vivía en un apartamento del que, en ocasiones, salían ruidos extraños que los vecinos no sabían identificar.
Después de la jornada de trabajo, hacía sus incursiones en bares de homosexuales y contrataba servicios de chicos muy jóvenes. En su casa, les dormía con somníferos y les mataba.
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Después, desmembraba los cuerpos y llevaba a cabo solitarias orgías de sexo y canibalismo.
En una ocasión, un chico consiguió escapar. Atendiendo su denuncia, dos policías fueron al apartamento: el olor que salía era desagradable e inquietante.
En la nevera había una cabeza humana. En un cazo se encontraban manos y genitales. Otros restos se repartían por diversos lugares.
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Dahmer dio con toda serenidad detalles de sus aficiones y confesó haber matado a 17 jóvenes en un plazo dé 13 años. (ECHA- Agencias)