EEUU: Supremo rechaza evaluar constitucionalidad de pena de muerte

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WASHINGTON.- El Tribunal Supremo de EEUU rechazó hoy considerar la petición de un preso en el corredor de la muerte en Luisiana de revisar la constitucionalidad de la pena capital, aunque la decisión contó con el voto contrario de dos de los ocho magistrados.

El máximo tribunal evitó así considerar la petición de Lamondre Tucker, sentenciado el 2011 a pena de muerte por el fallecimiento de su exnovia embarazada el 2008.

Los abogados de Tucker argumentaron que apenas acababa de cumplir los 18 años cuando disparó a su exnovia tres veces y que cuenta con un coeficiente intelectual de 74, apenas superior al límite que se considera necesario para encarar un juicio.

En el 2002, el Tribunal Supremo decretó que la ejecución de personas con discapacidad violaba la Octava Enmienda de la Constitución sobre penas excesivas.

De los ocho magistrados, Stephen G. Breyer y Ruth Bader Ginsburg mostraron entonces su disposición a revisar la cuestión debido a que su posible sentencia se debiera a un “elemento arbitrario” como la geografía.

En concreto, Breyer señaló en su desacuerdo que el distrito donde fue condenado, Caddo Parish, “impone casi la mitad de las penas capitales en Luisiana aunque solo cuenta con el 5% de la población total del estado y el 5% de los homicidios”.

“Uno podría razonablemente creer que si Tucker hubiera cometido el mismo crimen al otro lado del Red River, digamos en Bossier Parish, no estaría ahora mismo en el corredor de la muerte“, agregó el magistrado sobre este distrito del noroeste de Luisiana.

Tribunal Supremo EEUU

El pasado año, el Tribunal Supremo avaló el uso en inyecciones letales de un polémico sedante conocido como midazolam, que algunos estados habían empezado a utilizar en el 2014 ante la escasez de los fármacos habituales y que había fallado tres veces.

Actualmente, y aunque ha habido un paulatino proceso de abolición de la pena de muerte, aún 31 estados cuentan con la posibilidad de la condena capital.

El año 2015, con 28, fue el año con menos ejecuciones desde 1991 en Estados Unidos.

La pena de muerte fue reinstaurada en 1976 en el país norteamericano.