Escándalo en el tenis mundial por denuncias de partidos amañados

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Una investigación de la BBC y BuzzFeed News destapó horas antes del inicio del Abierto de Australia una supuesta red de apuestas ilegales y amaños deportivos durante la última década en partidos del más alto nivel.

En concreto, según los citados medios, el caso salpicaría a 28 jugadores, 16 de los cuales figuraron en el top-50 del ranking mundial en la última década. También destaca que uno de ellos, que ahora compite en Australia, ha amañado en varias ocasiones el resultado de su primer set.

De momento no han trascendido los nombres de los implicados. La investigación precisa que la trama mafiosa tendría origen en Rusia, el norte de Italia y Sicilia. Entre los 28 sospechosos, siempre según dicha información, ocho estarían implicados en la trama del norte de Italia. De estos ocho, “la mayoría son españoles y argentinos”.

Debido a las sospechas, la Unidad de Integridad del Tenis (TIU), organismo creado en 2008 por las principales asociaciones de tenis, incluida la ATP, para controlar posibles irregularidades, investigó 26.000 partidos desde hacía siete años y de su estudio se desprende que algunos jugadores (que se reunían previamente con mafiosos en sus hoteles y pactaban la derrota a cambio de 50.000 dólares —46.000 euros— o más) se dejaron ganar.

El caso salpica a Wimbledon, uno de los eventos deportivos más prestigiosos del mundo. Tres partidos del major británico habrían sido amañados.

BuzzFeed News empleó un algoritmo que detectó alteraciones en partidos en los que competían los 16 jugadores bajo sospecha. La investigación partió a raíz del caso Davydenko. Entonces (2007), el tenista Nikolay Davydenko, que llegó a ser el número cuatro del mundo, perdió un encuentro en el torneo de Sopot (Polonia) contra el argentino Martín Vasallo-Argüello (87 del mundo entonces) cuando había ganado el primer set (6-2); después de ceder el segundo (6-3), el ruso se retiró en el tercero (con 2-1 en contra) por una lesión en un pie. Sospechosamente, el bote ascendió a cinco millones de euros, diez veces el montante habitual.

Desde 2008, la fecha de su creación, la TIU recibió más de 14 millones de dólares (12,8 millones de euros) para llevar a cabo sus pesquisas y sancionó a 18 tenistas (entre ellos el bilbaíno Guillermo Olaso), seis de ellos de por vida (el primero fue el austriaco Daniel Koellerer y después fueron castigados sine die el ruso Andrey Kumantsov, el serbio David Davic, el griego Alexandros Jakupoviclos y los italianos Potito Starace y Daniele Bracciali).