Escritor advierte que literatura puede reducirse a público minoritario

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BUENOS AIRES.- “La literatura puede verse reducida a un público minoritario, como la ópera o la danza”, afirma el escritor español Alberto Olmos en Buenos Aires, que presume de ser la ciudad con más librerías del mundo.

En su última novela, “Alabanza”, que hoy presenta en el Día de España en la Feria del Libro, la literatura, tal y como la conocemos, ha pasado a mejor vida ya el 2019.

“Están reduciéndose las tiradas, los lectores, su presencia social”, advierte en una entrevista con Efe el autor, que compagina la escritura con provocadoras críticas literarias en su blog “Lector Malherido”.

Como ocurre en su país de origen, también en Latinoamérica, con una gran tradición de novelas extensas, ve menguar el tamaño de las obras publicadas: “Hay demasiadas novelas brevísimas, de 100 páginas, 120, que en realidad son 60. Te queda la sensación de que es un poco timo”.

Sin embargo, el título no es casual y desaparecidos libros y editores, lo literario sigue presente en la vida cotidiana y como forma de comunicación esencial entre las personas.

Mucho más lejana le parece la extinción del amor romántico, otro de los ejes del libro.

“La pareja romántica clásica es invencible. La gente es conservadora y cuando no es conservadora es demasiado joven para saber si es conservadora. En las nuevas generaciones, lo de la media naranja ha cuajado. Lo tienen muy metido en la cabeza, el hombre de mi vida, la mujer de mi vida, el príncipe azul, eso es bastante imbatible”, asegura Alberto Olmos (Segovia, 1975).

El autor toma distancia y cree que “no puedes pensar que esa persona con la que te llevas bien es la única con la que te podrías llevar bien, hay demasiado posibilismo amoroso para creérselo”, un escepticismo que comparten los protagonistas de la novela, Sebastián y Claudia.

Finalista en la última edición del Premio Ribera del Duero, con el relato “Todos cuantos vagan”, Alberto Olmos prepara un volumen de cuentos convencido de que, pase lo que pase, el “hecho de que siga escribiendo es bastante probable, ya no hay vuelta atrás”.