FIP exige poner fin a los ataques deliberados contra periodistas en EEUU

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La Federación Internacional de Periodistas (FIP) exige detener los ataques deliberados, escandalosos y sistemáticas agresiones a los periodistas que cubren protestas en los EEUU, a medida que el número de heridos, disparos, golpes y arrestos continúa creciendo. Al unirse a los sindicatos de periodistas de todo el mundo, la FIP acusó a las autoridades estadounidenses de censura grosera y uso excesivo de la fuerza en un intento por detener a los periodistas que informan le represión de las fuerzas del orden a las protestas que han invadido a los Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd a manos de policía.

Se han documentado docenas de agresiones contra periodistas durante 4 días de protestas, incluidas muchas a manos de agentes de la ley.

Dos periodistas perdieron un ojo y otros fueron golpeados, rociados con pimienta y arrestados.

Linda Tirado, una periodista independiente y madre de dos hijos, quedó ciega de un ojo después de ser alcanzada por una bala de goma durante las protestas en Mineápolis mientras fotografiaba los acontecimientos.

El sábado, en Mineápolis, la policía disparó contra periodistas y reporteros gráficos, claramente identificables, y se vieron obligados a resguardarse por su seguridad. Un periodista dijo que fue brutalmente golpeado.

En un segundo incidente en Mineápolis, un equipo de la cadena informativa Nine fue detenido a punta de pistola por la policía. Mientras su automóvil se acercaba a una zona de control, un oficial de policía sacó un arma y los obligó a salir de su automóvil. Fueron agredidos, un miembro del equipo periodístico fue esposado y luego, después de presentar sus credenciales, finalmente fueron liberados.

Un reportero y un equipo de CNN fueron arrestados mientras transmitían en vivo a pesar de identificarse claramente como periodistas y mostrar credenciales de prensa.

Un fotógrafo británico, Adam Gray, fue arrestado en Nueva York y retenido en una celda con otros 70 detenidos, a pesar de mostrar claramente sus credenciales de prensa.

Los incidentes en video muestran a la policía apuntando deliberadamente a los medios. Los periodistas que informaban, claramente identificables, han recibido disparos con una variedad de municiones.

En Mineápolis, cuatro miembros de un equipo de noticias fueron arrestados después de que la policía estatal dijera que tenía que confirmar que eran “miembros de los medios”. El equipo de noticias estaba “en vivo al aire” en ese momento, usando su cámara y micrófono y los periodistas tenían sus credenciales a la vista.

En Chicago, un periodista y su equipo se vieron obligados a tumbarse en el suelo después de identificarse media docena de veces y mostrar sus credenciales de los medios informativos en los que trabajan. Después de cumplir con las instrucciones de la policía y seguir acostado en el suelo, un oficial disparó gas pimienta en la cara del periodista.

Los periodistas han sido reportados heridos en Nueva York, Chicago, Washington DC, Minneapolis, Pittsburgh, Los Ángeles, Filadelfia, San Diego, Detroit y Denver.

Los manifestantes también han atacado a periodistas

Los protestantes agredieron a un periodista e intentaron apoderarse de su micrófono mientras estaba en vivo. En Washington DC, un equipo de noticias se vio obligado a huir después de que una gran multitud descubriera la red para la que trabajaban.

En Atlanta, la sede de CNN fue objeto de ataques físicos por parte de una gran multitud.

El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, dijo: “Desde el Presidente hasta las autoridades policiales, es hora de detener los ataques deliberados contra periodistas. El odio a los medios tiene consecuencias y ahora estamos presenciando el resultado: periodistas disparados, discapacitados permanentemente, obligados a huir, arrestados y golpeados. Las autoridades, desesperadas por evitar un escrutinio legítimo, han recurrido a amenazar y disparar al mensajero”.

“Esta guerra contra la libertad de los medios y los derechos de los periodistas debe detenerse. Los que atacan a periodistas deben rendir cuentas”.