FMI estima que EEUU sería el gran perdedor de la guerra comercial de aranceles con China

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WASHINGTON.-En medio de  los preparativos para la reunión anual del FMI y el Banco Mundial en Bali, fuentes del Fondo Monetario Internacional estiman que la economía estadounidense sería, a largo plazo, la gran perjudicada por la espiral de barreras arancelarias con China.

Esta rebaja generalizada en las previsiones de crecimiento no es una sorpresa porque los  representantes del Fondo ya venían hablando en las últimas semanas de una materialización de los riesgos que vislumbraban en el horizonte. informa el diario español El País.

Han pasado casi dos años desde que Donald Trump llegara a la Casa Blanca con su retórica nacionalista y anticomercio, y la economía de EE UU sigue yendo en buenos términos  pero eso no quiere decir que el país que fue el emblema del multilateralismo y del libre comercio vaya a salir indemne de una guerra comercial que pareces ser más real cada día que pasa.

La próxima reunión anual del FMI y el Banco Mundial en la paradisíaca isla indonesia de Bali tendrá como punto clave los alcances de la guerra comercial entre EEUU y China.

Bali es este año el escenario escogido por el FMI para celebrar su reunión anual, una isla paradisíacas y llena de colorido  que contrasta con el ánimo sombrío con el que los técnicos del Fondo celebran su gran cita anual.

Porque las perspectivas de crecimiento presentadas por el organismo que encabeza Christine Lagarde suponen un jarro de agua fría, sobre todo para los grandes países de la eurozona y no queda ni  rastro del optimismo que reinaba hace un año,. señala El País.

La economía global ya no va a crecer este año un 3,9%, como se preveía hasta hace poco y se  tendrá que conformar con dos décimas menos.

Peor será el mordisco que se llevan los grandes de la UE: Francia, Alemania, Italia y Reino Unido. Todos ellos evolucionan peor de lo esperado en los últimos meses. La eurozona sigue creciendo a un ritmo aceptable —este año lo hará un 2%, cuatro décimas menos que la previsión anterior—, pero la locomotora parece renquear antes de lo esperado.

A Francia le penaliza una demanda externa más débil de lo previsto. Alemania crecerá seis décimas menos por el menor tirón de las exportaciones y de la producción industrial. En Italia preocupa la incertidumbre generada por su Gobierno populista y antieuropeo y la menor demanda, tanto interna como externa.

Y el crecimiento en Reino Unido se ve ralentizado por el embrollo en torno a su salida de la UE, que presumiblemente derivará en un aumento de las barreras arancelarias en sus intercambios con el resto de Europa y, por lo tanto, en un crecimiento menor.