Gobierno de Venezuela y la oposición abrirán un nuevo diálogo en México

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El gobierno venezolano y la oposición confirmaron su disposición para un nuevo diálogo en México con la mediación de Noruega y el visto bueno de Estados Unidos. En el centro de las conversaciones, previstas para mediados de agosto, está la agenda electoral de Venezuela y las sanciones estadounidenses a la economía del país caribeño.

El tercer intento de un diálogo interno en Venezuela llega con altas expectativas. Este jueves el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que su país será la sede del nuevo intento de conversaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición política de este país. 

“Me acaba de informar el secretario de Relaciones Exteriores (Marcelo Ebrard) que a propuesta de Noruega se propone que México sea sede para llevar a cabo estas negociaciones. Nosotros hemos aceptado porque buscamos el diálogo”, agregó el presidente mexicano.

Ambas partes arribarán a México con pedidos específicos para la mesa de negociación. Pero aún no se conocen detalles como cuál será el lugar  para el encuentro o quienes representarán a las partes. 

Por el momento se conocen algunas demandas de la oposición, que busca garantías para las elecciones de finales de este año, mientras el chavismo pide que se levanten las sanciones impuestas por Estados Unidos. “Lo que buscamos es que haya diálogo y acuerdos entre las partes”, declaró López Obrador.

Por la oposición se sabe que al menos representantes de cuatro partidos políticos asistirán a las conversaciones, aunque líderes como Juan Guaidó, Henrique Capriles, Marina Corina Machado, Stalin González o Leopoldo López no han confirmado su presencia.

Por su parte, el oficialismo ha dicho que el actual presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, y el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, “son los voceros de la revolución para las negociaciones con todas las oposiciones”.

El resonado líder Juan Guaidó anunció en mayo de este año su disposición a negociar con el gobierno de Maduro con el fin de conciliar un “acuerdo de salvación nacional”, respecto a la grave crisis económica y sanitaria que vive Venezuela.

Maduro aceptó el diálogo públicamente, pero antes enumeró sus condiciones: “Levantamiento inmediato de todas las sanciones y medidas coercitivas unilaterales, reconocimiento pleno de la Asamblea Nacional y los poderes del país y la devolución de las cuentas bancarias a Petróleos de Venezuela y el Banco Central de Venezuela”, expresó.

“Pongo estos tres puntos. De ahí en adelante, estoy dispuesto a ir a donde quieran. Nos medimos el 21 de noviembre y que el pueblo decida”, agregó el heredero político de Hugo Chávez.

“Debemos hacer los esfuerzos para que el proceso de negociación que está por iniciar logre un acuerdo, Venezuela lo necesita. Con condiciones para elecciones libres y justas y garantías para todos”, escribió Guaidó en su cuenta de Twitter.

Se espera que las conversaciones inicien el 13 de agosto con la mediación de Noruega, con amplia experiencia en resolución de conflictos internacionales, y el visto bueno de Estados Unidos. Entre los temas claves está la liberación de presos políticos y el calendario electoral, ya que la oposición aspira a retomar terreno político tras no haber participado en la última elección por considerarla fraudulenta.

Con información de EFE y agencias de noticias