HONOLULU.- Una nube tóxica provocada por el contacto de la lava del volcán Kilauea con el mar, amenaza a los damnificados, varios de los cuales tuvieron que ser conducidos a los centros de emergencia, en una grave situación que empeora con las horas.
La lava sigue fluyendo a través del cráter y las grietas del volcán Kilauea, llegando a desembocar incluso en el Océano Pacífico a través de dos ríos, con emanaciones de gases tóxicos que mantienen en alerta a las autoridades y a la población por el peligro para los habitantes de la zona.
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Al explotar, la lava arroja vidrio y ácidos al aire, que se mezclan con el dióxido de azufre y genera ácido clorhídrico al desembocar en el Océano Pacífico
De esa manera el ácido clorhídrico y las partículas de vidrio volcánico en el aire, así como la neblina que puede causar irritaciones en pulmones, ojos y piel constituyen la nueva amenaza, Durante el fin de semana, un hombre resultó herido en una pierna al explotar la lava.
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“Son como bombas de lava” que “arrojan rocas” al aire, explica a la corresponsal de TVE en la zona Almudena Ariza un miembro de la Guardia Nacional de Hawái.
Los funcionarios de la Autoridad del Volcán de Hawái temen que se produzca una lava más caliente y viscosa, con fuentes que broten a una altura de hasta 182 metros, tal como ocurrió en una erupción en 1955.
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Una lava incandescente de tres metros de altura bloquea una de las principales carreteras que conduce a la zona. Las autoridades dicen que la lava avanza rápido, hasta 200 y 300 metros por hora mientras miles de residentes esperan todavía a ser evacuados y rescatados. (ECHA- Agencias)