TEGUCIGALPA.- Tras comparecer solo ante el juez , un caso emblemático de la política “tolerancia cero” del presidente Donald Trump, el niño inmigrante, Johan Bueso Montecinos, de un año de edad, llegó en avión a San Pedro Sula, Honduras.
El pequeño Johan al principio no reconoció a sus padres, sin embargo, una hora después, el pequeño sonreía mientras sus padres lo besaban afuera de un centro donde terminaron de llenar algunos formularios antes de ir a casa.
El bebé tenía 11 meses de edad cuando fue detenido por la Patrulla Fronteriza y enviado a un centro infantil junto con casi 3,000 infantes más, bajo la política de “tolerancia cero” del gobierno del presidente Donald Trump.
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“Cuando le hablaba ‘Johan, Johan’… se ponía a llorar. Él sufrió todo lo que yo he sufrido”, contó su madre, Adalicia Montecinos, entre lágrimas, a los periodistas.
En los meses que siguieron dio sus primeros pasos, pronunció sus primeras palabras y celebró su primer cumpleaños.
Cuando compareció ante el juez John W. Richardson, éste difícilmente podía contener su malestar al tener que preguntarle al abogado del pequeño si su cliente comprendía lo que estaba pasando.
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“Me avergüenza preguntarlo, porque no sé a quién se lo explicaría usted, a menos que crea que un niño de un año pudiera aprender las leyes de inmigración”, le dijo al abogado.
La ofuscación del juez sobre cómo lidiar con el pequeño causó indignación internacional, porque mostraba lo peor de la política contra inmigrantes indocumentados.
Pronto a Johan le fue concedida una orden de salida voluntaria con la que el gobierno autorizaba enviarlo por avión a Honduras. (ECHA-Agencias)