Japón pide volver al orden tradicional de nombres: Abe Shinzo, no Shinzo Abe

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TOKIO.- Tras más de un siglo de adaptación a las convenciones internacionales, Japón quiere que el resto del mundo llame a los japoneses por su apellido primero, de acuerdo con una tradición de la lengua nipona: Abe Shinzo y no Shinzo Abe.

“Planeo pedir a las organizaciones internacionales que hagan esto. Los medios de comunicación nacionales que tienen servicios en inglés también deberían considerarlo”, dijo recientemente en una rueda de prensa el ministro de Asuntos Exteriores, Taro Kono.

Es costumbre en japonés que el apellido vaya antes del nombre de pila, un hábito del que se prescinde cuando los nombres nipones son romanizados, es decir, representados en el alfabeto latino.

Fue durante la era Meiji (1868-1912), un periodo marcado por la apertura del país al resto del mundo, cuando Japón comenzó a adaptarse a las convenciones estadounidenses y europeas y permitió que el nombre precediera al apellido.

No fue así en Corea, China o Vietnam, países con la misma tradición donde esta se aplica todavía tanto en el idioma propio del país como en las lenguas extranjeras.

Mientras que el resto del mundo se refiere al primer ministro nipón como Shinzo Abe, la tradición se mantiene con los del presidente surcoreano, Moon Jae-In; el líder chino, Xi Jinping, y el homólogo de estos en Vietnam, Nguyen Phu Trong, todos con el apellido antes del nombre.

El cambio sugerido por Kono a los medios internacionales para que comenzaran a aplicar esta costumbre a los nombres japoneses también implicaría no solo a cargos políticos o personas famosas, sino también al resto de nipones.

No todos son partidarios de esta idea, ya que el estilo occidental todavía prevalece entre los medios de comunicación extranjeros y en las compañías internacionales.

“Aunque no tenemos una política concreta al respecto, mi empresa sigue el orden que utiliza el resto del mundo para una mayor comodidad”, cuenta a Efe Takumi Nakano, trabajador del departamento internacional de una compañía dedicada a la ciberseguridad.

Cuando contacta con sus clientes internacionales, Nakano explica que se refieren a él “habitualmente por el nombre de pila”, y que él nunca se presenta con el apellido por delante para evitar posibles confusiones.

De hecho, es común que algunos medios internacionales se equivoquen al llamar a los mandatarios asiáticos por su apellido, llamando al líder chino “señor Xinping” en vez del correcto “señor Xi”, por ejemplo.

La Agencia de Asuntos Culturales de Japón publicó un informe en el año 2000 en el que aconsejaba recuperar esta tradición japonesa para dar a conocer y proteger las “diversidades de la lengua”.

En su comparecencia ante los periodistas, Kono citó este mismo informe, y señaló el momento actual como idóneo para comenzar a ponerlo en práctica, en vista de los grandes eventos internacionales que el país acogerá próximamente, incluidos los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

El mismo ministro se presenta a sí mismo como “Kono Taro” en su tarjeta de negocios y en otros documentos en inglés, aunque reconoce que no es una batalla que pueda librar en solitario.

Para promover la iniciativa, la Agencia de Asuntos Culturales ha anunciado que urgirá a la administración pública, las agencias de noticias, los medios y otras organizaciones a utilizar el apellido primero para los nombres japoneses romanizados.

Sin embargo, a las puertas de eventos como el G20 y la Copa Mundial de Rugby, las organizaciones extranjeras todavía esperan indicaciones del Gobierno con respecto al polémico cambio y la oficina del primer ministro sigue refiriéndose a él como Shinzo Abe.

No es la primera vez que este debate ocupa al Gobierno nipón: los libros de texto de inglés en las escuelas cambiaron al orden tradicional en 2002, algo que se aplica también en los pasaportes de nacionales japoneses.

Algunos políticos del Ministerio de Educación y Cultura alteraron recientemente el orden de sus nombres en la página web del órgano para reflejar su apoyo a esta iniciativa.

Por mucho que Kono o los ministerios alienten al cambio, “no tienen poder para forzar una alteración, por lo que queda por ver si se promueve un cambio total a nivel nacional”, señaló el diario Mainichi en un editorial.

EFE/Foto: dw.com