China: La lucha de Zou por las madres solteras, invisibles y sin derechos

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SHANGHAI/China.- Reclamar la igualdad de las madres solteras en China y darles visibilidad dentro de la tradicional sociedad es la razón de Zou Xiaoqi para haberse convertido en la primera mujer que denuncia al gobierno por no haberle pagado su prestación de maternidad.

“Cuando me vi en la situación y empecé a tener contacto con otras mujeres con los mismos problemas, sentí una gran injusticia y me vi capaz de hacerlo (de denunciar)”, cuenta a Efe en una entrevista esta mujer de 43 años cuyo hijo tiene hoy dos años y medio.

En el 2017, Zou denunció al gobierno de Shanghai (una de las ciudades más avanzadas y abiertas del país) después de que le denegaran el pago de su prestación por maternidad por no estar casada.

“En la cultura tradicional china ser madre soltera no es algo que se acepte. Como ya había decidido llevar mi embarazo a término era necesario que conociera más sobre las políticas relacionadas con este tema y fue en el proceso de documentación cuando entendí que iba a tener muchos problemas”, explicó.

Aunque la multinacional en la que trabajaba había pagado rigurosamente las cuotas de su seguridad social, para poder pedir la prestación necesitaba un certificado de matrimonio y un permiso de planificación familiar.

Reclamar la igualdad de las madres solteras en China y darles visibilidad dentro de la tradicional sociedad es la razón de Zou Xiaoqi para haberse convertido en la primera mujer que denuncia al gobierno por no haberle pagado su prestación de maternidad. EFE/Paula Escalada Medrano

Según el informe del juez que decidió sobre su caso, solo las mujeres que dan a luz de acuerdo con las regulaciones estatales de planificación familiar tienen derecho al subsidio por maternidad.

En China los derechos de maternidad los gestiona el gobierno. Así, aunque los empleadores hacen contribuciones al seguro social por el concepto de la maternidad, es la seguridad social de cada provincia la que paga los subsidios de maternidad.

Zou perdió el juicio y presentó un recurso en el Tribunal Superior de Shanghai, que está estudiando el caso, aunque, según contó la mujer, no tiene muchas esperanzas de tener un resultado positivo.

“La posibilidad de ganar es poca. Aunque son muchísimas las mujeres en mi situación nadie denuncia en China porque tiene un costo alto de dinero, tiempo y energía. También tienes que entender del tema y muchas mujeres no saben que pueden denunciar”, agrega Zou.

No importa, ella no lo ha hecho por dinero, pues trabaja en una multinacional con un salario alto y no necesita los 50.000 yuanes (unos 7.100 dólares, 6.500 euros) que le corresponderían por ley.

Si ha dedicado tanto esfuerzo a denunciarlo en el juzgado y en público ha sido para que se conozca la situación que atraviesan muchas mujeres, las madres solteras, que pese a ser “muchísimas” siguen sometiéndose a la invisibilidad social y a las desigualdades.

Y es que en la China cada vez más abierta al mundo todavía siguen reinando las normas de la tradición y de la familia formada por un matrimonio entre hombre y mujer, sin espacio para otro tipo de familias.

“Quiero que la gente piense más sobre el tema. Me he dado cuenta de que, si se tienen las condiciones económicas adecuadas, ser madre soltera puede ser una muy buena opción para algunas personas” y “aunque en China no se pueda acudir, por ejemplo, a un donante (de esperma) para ser madre soltera ya que está prohibido por ley, en el extranjero sí”.

Puesto que esperar a que “el sistema legal” cambie sería eterno, añade Zou, “será más realista que la gente cambie su mentalidad primero”, que no vean que “la única manera de tener hijos es casarse”.

Zou comparte sus experiencias y sus problemas con otras madres a través de mensajes en grupos de Wechat (similar a Whatsapp). Allí pudo saber que muchas mujeres tienen este y otros problemas a la hora de ser madres solas.

Por ejemplo, ella también tuvo problemas al ir a registrar a su hijo para que le dieran su “hukou” (identificación) ya que “aunque legalmente se permite realizarlo”, “muchos funcionarios todavía no entienden los procedimientos” y les cuesta mucho entender los trámites.

Del grupo de madres, donde también hay divorciadas, ha podido darse cuenta de que “también hay muchos problemas en el sistema de matrimonio”, que “no protege en absoluto a las mujeres” por lo que “en realidad me alegro mucho de no haberme casado nunca”, asegura Zou.

EFE