MADRID (España).- El zurdazo de Alaba, el miedo de Ansu Fati y la duda de Oblak entre las notas interesantes, finalizada la décima jornada de LaLiga Santander.
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El zurdazo de Alaba
Su jugada marcó el clásico del fútbol español. El heredero del liderazgo que ejerció Sergio Ramos durante tantos años en el Real Madrid, mostró las razones por las que fue el elegido como sustituto. No le bastó la seguridad defensiva que exhibió en su estreno en un clásico, en casa del eterno rival madridista, y tras un robo decisivo, se lanzó al ataque, pidió el balón hasta que Rodrygo encontró el pase, y soltó un latigazo cruzado. Su estreno goleador no pudo ser de más bella factura.
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El miedo de Ansu Fati
Sustituido tras intentar de todas las maneras posibles marcar para igualar el clásico, su cara de dolor y preocupación en el banquillo encogió el corazón del barcelonismo. Ansu se llevó la mano a la rodilla no operada y dialogó con un médico del club. Molestias esperadas en el regreso a la elite de un jugador que se sometió a varias operaciones y que va añadiendo partidos a su regreso sin tiempo para la recuperación. Los focos apuntaban a él, con el 10 a la espalda y un pulso con Vinicius del que salió ganador el brasileño.
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La duda de Oblak
Tan poco habitual como extraña es ver una imagen asociada a la debilidad en un portero de la fortaleza de Oblak. Ante la Real Sociedad encajó dos goles de los que salió mal parado. Reaccionó con aplausos y ánimos a sus compañeros cuando el que más los necesitaba era él. En el primero, tras una triangulación perfecta ofensiva que dejó solo a Sorloth para su estreno goleador en la Real, el portero rojiblanco salió con rapidez de su zona de seguridad pero dudó en el momento de lanzarse por la pelota. Peor fue el segundo, una falta por su palo en la que se comió el bote.
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La camiseta estirada de Muniain
Marcó de penal el tanto del triunfo del Athletic Club ante el Villarreal en un gran partido en San Mamés con el que vibró la grada, pero fue lo de menos en un partido repleto de liderazgo de Iker Muniain que deja a su equipo a puertas de puestos europeos en la clasificación. El capitán disfrutó sobre el terreno de juego y lo transmitió a todos. “Feliz por expresar mi mejor fútbol”, confesó tras ser el gran protagonista. Su celebración fue la imagen del partido, estirando de espaldas a la grada para que se viese el 10 que luce a su espalda, la elástica rojiblanca con su nombre.
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La roja a Kang-In Lee
Desbordaba energía en su regreso a Mestalla, con ganas de brillar en el club donde se formó y que decidió abandonar. Había dejado una gran acción para inventar el primer tanto del Mallorca, pegado a línea de fondo mostrando su habilidad, pero el exceso de motivación le pasó factura. Era el minuto 54 cuando su imagen se convirtió en la desolación de un futbolista que no mide una entrada y acaba expulsado. La acción cambió por completo el rumbo del partido y su equipo acabó pagando el cansancio para dejar escapar dos puntos en el tiempo añadido.
https://youtu.be/ezpCX4yEFOU
Foto EFE-al
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