Lima festeja exitosa organización de final de Libertadores en tiempo récord

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El día después de la histórica primera final a partido único de la Copa Libertadores que se llevó Flamengo ante River Plate por 2-1 en Lima, la capital peruana celebra la exitosa organización en tiempo récord del masivo acontecimiento.

Desde que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) decidió cancelar la final en Santiago de Chile como estaba programado por la ola de protestas sociales que se registran desde hace más de un mes, Perú aceptó el reto de organizar todo en apenas tres semanas y cumplió con creces.

En general el acontecimiento se desarrolló como si la Libertadores llevase años jugando su final a un solo partido en sede neutral, y todo en un día donde el encuentro coincidió con otros siete eventos multitudinarios en la ciudad, entre ellos varios conciertos, una manifestación feminista y una carrera nocturna.

“En la cancha ganó Flamengo ¡Felicitaciones Campeón! River Plate también hizo un gran partido, así es el futbol. En el corazón y el turismo ¡Ganó el Perú! Estuvimos a la altura de este gran evento. ¡Orgullo peruano!”, escribió en redes sociales el ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Édgar Vásquez.

Estos son otros puntos que remarcan el éxito de Lima como sede de la primera final de la Copa Libertadores a partido único en 60 años:

  1. ESTADIO LLENO

Uno de los principales temores al organizar por primera vez una final a partido único de la Copa Libertadores era que al estadio no llegasen los hinchas de los dos equipos en juego, debido a las grandes distancias que existen en el continente, mucho mayores a las que pueden darse en Europa para una final de Liga de Campeones.

Sin embargo, el Estadio Monumental lució casi lleno, con más de 40.000 espectadores llegados desde Brasil y Argentina que coparon el recinto con su mitad norte para la afición de River y la sur para los seguidores del Flamengo, en una estampa propia de las grandes finales.

  1. SIN MAYORES INCIDENTES

Otro riesgo eran los posibles enfrentamientos entre aficionados de ambos clubes, especialmente por la rivalidad futbolística entre brasileños y argentinos, pero tanto el día de la final como en los días previos reinó el respeto y el tono pacífico.

Apenas un pequeño episodio de racismo por parte de un hincha de River trascendió en los medios de comunicación, lo que fue la excepción a la regla general marcada por un comportamiento ejemplar tanto por parte de la afición de Flamengo como por la de River.

  1. AUTOBUSES AL ESTADIO

Otro reto no menor era conseguir que los equipos y los miles de espectadores llegasen a tiempo al Estadio Monumental de Lima, que solo tiene una única vía de acceso y está situado a las afueras de la ciudad, a unos 15 kilómetros del centro, donde se alojaban la mayoría de los aficionados que debían presenciar el partido.

Para los equipos hubo un carril exclusivo que les evitó atascos y para el público dos rutas paralelas, de modo que una fuese para los hinchas de Flamengo y otra para los de River. Los argentinos, que tenían el punto de acceso más alejado, tuvieron servicios de autobuses que los acercaron a escasos metros del estadio.

  1. UN CLIMA FAVORABLE

Lejos de lo ocurrido hace dos semanas en la final de la Copa Sudamericana en Asunción, que tuvo que ser suspendida por una lluvia torrencial que inundó la cancha, la final de la Libertadores transcurrió en Lima con un clima agradable, una temperatura en torno a los 20 grados celsius, propia del verano que se aproxima.

  1. 40 VUELOS CHÁRTER

Aunque miles de hinchas viajaron por carretera, especialmente los argentinos, la final de la Libertadores también conllevó que el aeropuerto Jorge Chávez de Lima atendiese en apenas dos días unos 40 vuelos chárter en donde llegaron los dos equipos y también un buen número de aficionados.

Los vuelos chárter que llegaron de Brasil y Argentina pero también de Chile pudieron ser atendidos sin mayores problemas a pesar de que el aeropuerto funciona ya casi por encima de su capacidad.

EFE