Manuel Burga: La caída del todopoderoso del fútbol peruano

 

Manuel Burga Seoane, hoy preso en el penal de Piedras Gordas (Ancón II), balbuceó sus primeros pasos como dirigente como delegado en ADECORE, sin que nadie pudiese sospechar que su escalada sin pausa lo llevaría al trono de la Federación Peruana de Fútbol, en reemplazo de Nicolás Delfino Puccinelli.

En ese entonces, digitó -juntamente con Delfino- la estrategia que lo convertiría en un personaje sempiterno en el cargo, convenciendo a los dirigentes del IPD de que el modelo democrático de su creación permitiría la participación de las Federaciones Departamentales con la idea de hacer crecer el fútbol en provincias.

Lo que no dijo era que su modelo permitía una desigual confrontación entre la mayoría provinciana y la escasa presencia limeña en el momento de realizar las elecciones.

Así, Manuel Burga Seoane llegó a la presidencia de la Federación Peruana de Fútbol para quedarse 24 años. Cansados de su eterna presencia en la FPF, todas las veces que fue necesario puso el pecho para defenderse de su mañosa reelección en forma consecutiva.

Cuando los congresistas y el propio IPD, con Arturo Woodman a la cabeza en ese entonces, pretendieron sacarlo de la VIDENA, Burga se resguardaba en las faldas de FIFA cuya reglamentación interna no permite la injerencia política. Con ese argumento, el fútbol peruano corría el riesgo de ser borrado del mapa futbolístico.

Ello implicaba no jugar eliminatorias para participar en las copas del mundo ni en cualquier otro torneo organizado por FIFA y Conmebol: Copa América, Copa Libertadores, Copa Sudamericana y los torneos Sub 17 y Sub 23 eran parte de un listado de eventos al que no se podría asistir de insistir en sacar a Manuel Burga de la VIDENA.

Finalmente, Manuel Burga fue destronado por Edwin Oviedo y es aquí donde empieza la rodada del todopoderoso dirigente. Con el destape de la Corrupción FIFA en marzo pasado y la captura de los altos mandos, Burga no fue tocado pese a las evidencias de su vida llena de lujos y millonarios gastos.

LOS CARGOS EN SU CONTRA

La fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, una semana atrás anunció nuevas acusaciones de corrupción contra 16 altos cargos y exdirectivos de la FIFA, a los que responsabiliza de ‘secuestrar’ al deporte para enriquecerse durante 24 años. Dentro de este grupo, se encontraba Manuel Burga.

Según el documento publicado en la web del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, se puede apreciar que el año 2009 algunos presidentes de distintas federaciones de fútbol del continente conformaron el llamado ‘Grupo de los seis’ para tomar decisiones sobre la venta de propiedades comerciales de la Conmebol.

Ese ‘Grupo de los seis’ fue integrado por los presidentes de federaciones de escasa repercusión futbolística, llámese Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, entre otras. Las grandes decisiones hasta ese entonces eran tomadas por los directivos de Argentina y Brasil.

¿Con quiénes negociaba este ‘Grupo de los seis’? En noviembre pasado, Alejandro Burzaco, ex gerente general y presidente de la junta de Torneos y Competencias SA, una empresa de marketing deportivo argentino, se declaró culpable de conspiración en el crimen organizado, conspiración de fraude electrónico y conspiración de lavado de dinero.

Es decir, estos miembros, donde aparece el nombre de Manuel Burga, recibían pagos anuales (de seis cifras)  a cambio del apoyo a ‘T&T’ para que fuera la dueña de los derechos de transmisión de torneos sudamericanos como la Copa Libertadores.

¿QUÉ DICE EL DOCUMENTO CONTRA BURGA?

A Manuel Burga se le señala como miembro de este ‘Grupo de los seis’ directivos, y se dice que junto a sus colegas muestran “un patrón de actividad de delincuencia organizada”. Se les acusa de los delitos de fraude electrónico, lavado de dinero, viajes al extranjero para promover la delincuencia, obstrucción de la justicia y múltiples actos implicados al soborno.

Uno de los textos donde aparece su nombre dice: “Por ejemplo, comenzando alrededor de 1999 y continuando hasta el presente, torneos y sus socios celebraron los derechos de emisión a cada edición de la Copa Libertadores. Burzaco, entre otros conspiradores, sobornaron a funcionarios de alto rango, entre ellos los acusados Napout (presidente de la Conmebol), Burga, Chávez, Chiriboga, Polo del Nero, Deluca, Esquivel y Teixeira”.

El documento, además, indica que los pagos de seis cifras fueron en un comienzo a Juan Ángel Napout (Conmebol), Manuel Burga (Perú), Carlos Chávez, Luis Chiriboga (Ecuador) y Rafael Esquivel (Venezuela), denominado ‘El grupo de los seis’. Luego figura que el colombiano Luis Bedoya recibió el dinero a partir del 2010, y el chileno Sergio Jadue dos años después.