La situación en México, en cuanto al ataque, agresión y asesinatos de periodistas es un aspecto que merece nuestra especial atención, pues estos hechos continúan de manera muy aguda, constante y delicada en los últimos años. En menos de una semana fueron asesinados a balazos dos periodistas de manera sanguinaria.
Para destacar lo anterior, hago referencia al informe ‘Veracruz: los periodistas frente al Estado de miedo’, publicado el 2 de febrero de este año, fruto de una misión que Reporteros Sin Fronteras realizó en México desde junio de 2016. La organización se puso en contacto con periodistas de esta región, organizaciones no gubernamentales e instituciones locales y federales encargadas de la defensa de la libertad de prensa en México.
En esta investigación se muestra el deplorable ambiente de trabajo en el que ejercen los periodistas del estado de Veracruz, la zona más peligrosa de América Latina para la profesión periodística.
Por un lado, los periodistas se enfrentan a cárteles ultraviolentos y, por otro, a políticos corruptos; si se interesan “demasiado” en casos delicados o concernientes al crimen organizado, padecen amenazas, intimidaciones y hasta pueden ser ejecutados a sangre fría.
Entre 2000 e inicios del 2017, se han registraron 99 casos de periodistas asesinados en México, (y contando), en los que el crimen estuvo relacionado clara o posiblemente con su actividad profesional. El 20% de dichos casos ocurrieron en el estado de Veracruz.
Los casos de agresiones y desapariciones también son numerosos; la impunidad que reina en torno a estos crímenes es flagrante. Esto demuestra la ineficacia de los numerosos mecanismos de protección en el país. Este informe da voz a los reporteros locales, que explican las dificultades que afrontan día a día, entre la autocensura y el exilio.
Asimismo, las familias de las víctimas hablan sobre las batallas legales que han emprendido, en vano, para que se haga justicia. Nada de lo anterior, en la difícil etapa que vive México y los países de nuestra región es suficiente.
El pasado 19 de marzo, un nuevo asesinato de un periodista se cometió en México, precisamente en el mismo estado que se ha convertido en el terror de la tarea periodística: Veracruz.
Ricardo Monlui, director de “El Político” y columnista de los periódicos “El Sol de Córdoba” y el “Diario de Xalapa”, fue asesinado a balazos, a plena luz de la mañana, cuando salía de desayunar junto con su familia, al dirigirse a su automóvil.
Los servicios de emergencia, y un policía local que le atendió en primera instancia, no pudieron hacer nada para salvar su vida. Ricardo Monlui, de 57 años, también ocupaba la presidencia de la Asociación de Periodistas y Reporteros Gráficos de Córdoba, de donde era originario.
Lamentablemente, y con gran pesar, al estar escribiendo esta nota, recibimos la trágica noticia del cobarde y ruin asesinato de una periodista más en México, ahora en el estado de Chihuahua.
La mañana del 23 de marzo, la corresponsal de uno de los diarios más importantes del país: “La Jornada”, Miroslava Breach, fue asesinada a las 7:15 horas cuando salía de su casa.
La periodista recibió ocho impactos de bala y murió cuando era trasladada al hospital. Los hechos ocurrieron en la ciudad de Chihuahua, cuando la periodista salía de la cochera de su casa a bordo de su camioneta.
Miroslava Breach Velducea, de 54 años de edad, iba acompañada por uno de sus tres hijos en el momento de la agresión, y en el lugar quedó una nota que decía: “Por lengüona. Sigue tu gobernador. El 80”.
Durante más de 15 años, Miroslava Breach se desempeñó como corresponsal de ” La Jornada”; trabajó en el “Diario de Chihuahua” y fue directora del periódico “Norte de Ciudad Juárez”.
Según la Corte Internacional de Derechos Humanos, México es el país más peligroso de América para ejercer la profesión periodística; por ese motivo y desde la Secretaria de Acción Sindical, de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Cultura y la Comunicación Social (FELATRACCS), el reclamo y manifestación del cese a los ataques a los comunicadores y al derecho de libertad de expresión, así como detener esta espiral infernal de violencia, y a encontrar soluciones para que se mejoren los dispositivos de protección de periodistas, y la búsqueda de una forma eficaz contra la impunidad crónica que obstaculiza la libertad de prensa en este país y en todas las regiones de América Latina.
Videos: Excélsior TV/ El Financiero Bloomberg
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