México: periodistas llaman a acabar con “juicios paralelos”

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MÉXICO.- Periodistas mexicanos argumentaron hoy que la puesta en marcha del nuevo sistema penal en el país es una oportunidad para que los medios que cubren estos temas se reinventen y dejen de fomentar “juicios paralelos” en los que se nombran culpables antes de que haya una sentencia judicial.

A través de dos mesas de debate desarrolladas en el Colegio Nacional de la capital y moderadas por el escritor Juan Villoro y el ministro José Ramón Cossío de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), los periodistas subrayaron algunos desafíos, riesgos y responsabilidades en esta nueva etapa.

La reforma del sistema penal requiere paciencia, porque “las cosas no cambian de un día para otro”, pero la transformación no puede estar únicamente en las instituciones, sostuvo Lydia Cacho (foto), y destacó la “gran necesidad de hacer una reingeniería del propio periodismo“.

Para ello, es necesario que prime la “transparencia”, que se pueda ver lo que los periodistas están haciendo mal para luego “derribar esos muros”, afirmó la autora de “Los demonios del Edén”, aludiendo a malas prácticas como ocultar ciertas informaciones perjudiciales para las autoridades a cambio de publicidad oficial.

Con la reforma del sistema penal, que deberá estar vigente en todo el país para mediados de 2016, se pasa de un modelo inquisitorio en que el sospechoso es culpable hasta que se demuestre lo contrario a otro acusatorio que parte de la presunción de inocencia.

Sin embargo, coincidieron varios de los ponentes, es frecuente que los medios den pie a “juicios paralelos” en los que muchas veces “castigo” es sinónimo de “justicia” y donde automáticamente se crea la percepción de que, si un acusado no está encarcelado, es una cuestión de “impunidad”.

Así lo refirió la abogada y comunicadora Ruth Zenteno, quien dijo que se está creando una “cultura periodística que fomenta el castigo”, a consecuencia de no haber sabido explicar a la sociedad cómo funciona el sistema judicial.

Los periodistas, valoró Zenteno, no juegan el papel de “traductores” para los ciudadanos, y algunos se quedan únicamente “con una parte de la historia”, con lo que se llega “o a la apología del delito o a la satanización”.

Una tendencia que se ha reforzado con la explosión de los medios digitales y las redes sociales. Comunicando en tiempo real no hay sitio para la contextualización y la visión integral de los temas, alertó Gabriela Warkentin.

La confrontación de argumentos que se lleva a cabo con la implementación de los juicios orales que forman parte del nuevo sistema se distorsiona si el periodista toma “pedacitos” que los simplifican, con lo que hay dos juicios muy distintos de forma simultánea, el que se realiza en las instituciones y el que se vive en los medios, explicó Warkentin, curtida en plataformas digitales.

A lo largo de los debates se reiteraron preocupaciones como que frecuentemente lo reflejado en las notas no es lo que sucedió en la sala, o que ni los mismos periodistas saben a veces si su interpretación de los hechos es correcta.

Como una de las soluciones, se visibilizó la importancia de la formación de los futuros comunicadores.

Es cuestión de que se conozca mejor la terminología, los procedimientos y las técnicas para simplificar el lenguaje jurídico, aportó Warkentin, mientras que su compañero Mario Lara Klahr clamó que a veces el problema está en las “condiciones precarias” de algunos periodistas, que hace que caigan en “conflictos de intereses” a la hora de transmitir la información.

Tampoco es sencillo acabar con “el problema de la cultura y la mentalidad jurídica” en las instituciones de impartición de justicia, con el que las malas prácticas del antiguo sistema se “filtran” en el nuevo. Ayudar a paliar esta situación es probablemente, aventuró Lara Klahr, la mejor manera de los medios de “redimirse”.

Porque después de prácticas como la de “dejar caer la guillotina mediática“, continuó el periodista, “tendríamos que pedir perdón social“.

EFE / Foto: es.noticias.yahoo.com