Con el propósito de brindar una mejor calidad de vida a los niños, niñas y adolescentes, así como personas adultas mayores en estado de desamparo de los albergues del INABIF la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Romero–Lozada Lauezzari, impulsará una campaña de “Corazones Generosos” para ayudar a mejorar la calidad de vida de estas personas, con el apoyo de la empresa privada.
La titula del MIMP realizó un recorrido sorpresivo por las instalaciones del CAR “Matilde Pérez Palacio”, ubicado en San Miguel, el mismo que alberga a 100 niños, niñas y adolescentes de cero a 24 años de edad con problemas neurológicos y discapacidad.
Ana María Romero-Lozada verificó las condiciones de los dormitorios, la cocina, los alimentos, lavandería y recogió los testimonios de los servidores que tienen a su cargo a los usuarios de los albergues.
Se iniciarán campañas de sensibilización porque si bien el presupuesto del Estado es austero, hay cosas que pueden resueltas con el apoyo de “Corazones Generosos” que están en ámbitos no gubernamentales.
Señaló que en pocos días se ha logrado recuperar la piscina terapéutica con agua temperada que ayuda a las terapias de rehabilitación de los menores con problemas de discapacidad física para que puedan mejorar su calidad de vida.
El CAR “Matilde Pérez Palacio” es atendido por 123 trabajadores entre administrativos, personal médico, enfermeras, técnicas, trabajadoras sociales, psicólogas, terapistas de lenguaje ocupacional y físico, personal de cocina, lavandería quienes lavan 500 kilos de ropa diaria , limpieza, etc.
Mientras que el CAR “Virgen del Carmen”, ubicado también en San Miguel cuenta con 61 adultos y adultas mayores residentes (31 varones y 29 mujeres), cuyas edades fluctúan entre los 45 a 95 años de edad.
Son atendidos por 58 personas especializadas en diversos campos administrativos, médicos, enfermeras, terapeutas, psicólogos , lavanderas quienes lavan 245 tachos de ropa semanal para poder mantener debidamente aseados a los usuarios quienes también se encuentran abandonados por sus familiares.