Paolo Rossi tras duro golpe se erigió como una figura mundial

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El 1 de mayo de 1980 los diarios italianos confirmaban la noticia. Paolo Rossi y seis jugadores profesionales más quedaban suspendidos por dos años al haber estado involucrados en amañar partidos para favorecer las apuestas deportivas. Era un duro golpe para el mejor jugador italiano del mundial de Argentina 78’.

Rossi no formó parte de la eliminatoria para el mundial sudamericano, pero el técnico Enzo Bearzot se convenció de su talento y lo llevó de titular con 21 años. Rossi no defraudo y formó un tridente mágico con Betegga y Causio.

Anotó tres goles y mejoró mucho la imagen de Italia que cuatro años antes había quedado eliminada en la fase de grupos. Italia quedó cuarta en el mundial y Rossi era el jugador de moda. Pero el 1 de mayo de 1980, recibió la noticia de su suspensión que acababa el último día de abril del 1982. Justamente dos meses antes del mundial de España.

ACABADO

Rossi quien escribió un libro biográfico cuenta que se sintió acabado. “A los 23 años, me sentía terminado como futbolista, un talento inútil. Estaba destrozado”. Paolo, curiosamente el mismo nombre de Guerrero, siempre sostuvo que era inocente. “Desafortunadamente no me creyeron. O posiblemente, al ser uno de los futbolistas más famosos del momento, fui usado como un ejemplo”.

Cuando los periodistas le preguntaron a Bearzot sobre Rossi, sostuvo que lo esperaría. Y fue verdad. Hubo muchas protestas, pero Rossi era el goleador de Italia. Los medios dudaban sobre su condición física.

CONVOCADO

Rossi fue convocado a la selección que iba al mundial y las dudas de Paolo eran infinitas. “Entrénese bien y juegue al fútbol como usted sabe”, le decía el Bearzot luego de la primera fase del mundial en donde no hizo goles y su nivel no justificaba el titularato.

“Me masacraron (…). Chistes sin parar. Recuerdo que (Franco) Causio, (Marco) Tardelli y (Antonio) Cabrini no paraban de meter el dedo en la llaga. Paolo, ¿cuándo vas a marcar?, me decían continuamente”, cuenta Rossi.

GOLEADOR

Italia pasó a la siguiente vuelta donde fue emparejado con Brasil y Argentina. En el papel era la víctima. Rossi le anotó tres goles a los garotos para que Italia pase a semifinales en la que le anotaría dos goles más y uno en la final ante Alemania. Italia fue campeona mundial por tercera vez.

“Solo di media vuelta olímpica y me detuve. Estaba destrozado. Tenía calambres. Entonces me senté, sudando, junto a un cartel publicitario, para ver el entusiasmo del público. El estadio estaba lleno de banderas italianas. Estaba emocionado como un niño”, contó Rossi.

“Sentí amargura en lo profundo de mí. Pensaba: ‘Que se detenga el tiempo. No puede haber terminado ya. No viviré otra vez ciertos momentos’. En España me convertí en uno de los símbolos indiscutibles del Mundial, redimí mi imagen y silencié la ira que había en mí. Nací de nuevo. Había vuelto más rugiente y determinado que nunca”, escribió.

EL OTRO PAOLO

Esta historia con final feliz puede ser un aliciente para el peruano Paolo Guerrero. Me imagino que al recibir la noticia con 33 años se debió sentir acabado para el fútbol. Pero el mismo fútbol le dará una nueva oportunidad al delantero nacional porque sigue luchando por su inocencia de los cargos hechos por el TAS.

Fuente: diariouno.pe/Foto: latina.pe