CIUDAD DE VATICANO.- El Papa Francisco afirmó este miércoles que podría aceptar nuevas renuncias de obispos chilenos, en medio del escándalo en el que se encuentra inmersa la Iglesia de ese país, tras las acusaciones de abuso sexual de parte de algunos sacerdotes.
En una entrevista a la agencia Reuter, el Sumo Pontífice manifestó que el escándalo ocurrido con los sacerdotes chilenos acusados de abuso sexual, fue “una obra del espíritu del mal”.
La decisión la tomaría el Sumo Pontífice tras aceptarlas dimisiones de tres prelados: Juan Barros, de Osorno, Gonzalo Duarte, de Valparaíso, y Cristián Caro, de Puerto Montt.
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Como se recuerda en mayo pasado todos los obispos chilenos pusieron sus cargos a disposición tras una cita con Francisco en la residencia Santa Marta del Vaticano.
“Todavía tengo que aceptar la renuncia de dos (obispos) que han excedido el límite de edad. Pero tal vez voy a aceptar más renuncias. En un caso, pedí que se le den las acusaciones para darle la posibilidad de defenderse de las acusaciones y luego veremos “, dijo.
Pero además, el jefe de la Iglesia Católica manifestó que los hechos ocurridos fueron una “obra del espíritu del mal”.
El cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, uno de los nueve cardenales de todo el mundo nombrados por el Papa para servir como sus asesores especiales, fue acusado por sobrevivientes de abuso de desacreditar a las víctimas y no investigar sus casos.
Cuando se le preguntó si la posición de Errázuriz estaba en riesgo en el C-9, el Papa dijo: “El C-9 no es un honor, es un trabajo. No quiero entrar en el juego de cortar cabezas y buscar chivos expiatorios “.
Consultado por la figura del expárroco de El Bosque, Fernando Karadima, y los abusos que cometió, el Papa señaló que “las familias llevaron a sus hijos a Karadima porque creían que la doctrina era sólida y no sabían lo que estaba sucediendo allí”.
En ese sentido calificó a Karadima como una persona “gravemente perturbada” y afirmó que el caso que golpeó los cimientos de la Iglesia chilena es un problema complejo porque “había una mezcla de la élite chilena con situaciones sociopolíticas”. (ECHA – Agencias)
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