Perú arrasado por Brasil pero ahí no se acaba el mundo (Análisis)  

shadow

 

Brasil fue el Titanic y Perú lejos del amenazante iceberg que pudiera hundir al compacto elenco brasileño, hoy tan macizo y férreo que hizo añicos a la bicolor  en la Copa América en la que no estamos eliminados pero con la calculadora en la mano para clasificar a cuartos de final.

El Scratch con un premeditado guión ideado en el camarín se mostró tal cual es para dejar a Perú con poco crédito en un partido en que hubo un equipo superior y del otro lado una oncena cojeando y en muletas.

Perú ha reducido su propuesta futbolística con alarmante declive que alcanzó en el Mundial de Rusia 2018. Esta tarde en la cancha del Corinthians se extrañó al Perú que sabía hacer bien las cosas.

Hoy el fútbol de Perú es una oferta de feria, una ganga debilitada de poco precio porque ni bien se enfrenta a un grande, se achica. Brasil es un grande del mundo y el error nuestro fue pensar que íbamos a darle una receta de buen fútbol al pentacampeón del mundo.

En el gramado del Corinthians la bicolor se mostró con muchas fisuras con evidentes errores pese al inicio insolente en el que se mostró pretensioso pero ni bien Brasil se lanzó a jugar llegaron los goles.

Se vio entonces que Paolo Guerrero, Christian Cueva y Advíncula no estuvieron afinados y el equipo anduvo desequilibrado.

El contagio le llegó a Pedro Gallese, muy regular en sus actuaciones, se descosió y los goles llegaron como los granos de la mazorca y de ese modo el 5-0 se dio con intervalos premeditados  para llegar a un final que pudo ser más holgado a no ser porque Gallese detuvo un penal a Gabriel Jesús.

Hoy no somos loe peores ni tampoco lo mejorcito, somos un equipo de poderío alturado, de una consistencia moderada a la que le falta mucho que mejorar para no sufrir dolorosas derrotas.

Lo importante es que el equipo deberá levantarse y aprender de las derrotas como alguna vez le ocurrió al propio Brasil que cayó 7-1 ante Alemania en el Mundial del 2014. En un momento dado dolió la humillación al Scratch pero el mundo no se detuvo, sigue andando. (Hugo Laredo Medina).

Foto: EFE