Río 2016: En medio del infortunio surgió el espíritu olímpico

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Nikki Hamblin precipitó el doble infortunio al pisar el bordillo interior de la pista durante la carrera de los 5 mil metros. Se desequilibró y súbitamente se fue al suelo, de forma que Abbey D’Agostino, que corría a su espalda, no pudo evitar el tropezón con ella y perder la verticalidad.

Después de unos segundos retorciéndose de dolor sobre la pista, el instinto de solidaridad surgió de lo más profundo de sus corazones. D’Agostino ayudó a su rival a incorporarse y ambas se fundieron en el abrazo del consuelo en medio de la desgracia.

Las dos tuvieron arrestos para llegar a la meta, donde la norteamericana fue retirada en silla de ruedas. Habían llegado las últimas. Hamblin decimoquinta con 16:43.61, minuto y medio después que la ganadora, la etíope Almaz Ayana, plusmarquista y campeona olímpica de 10.000, y D’Agostino a continuación, con 17:10.02.

La emotiva escena, repetida en el video marcador del estadio, movió el corazón de los jueces, que resolvieron recalificar a las dos atletas, que volverán a verse las caras el viernes en la final, si es que están recuperadas de sus heridas.