20 años de la vergonzosa renuncia del ladrón, sátrapa y asesino Alberto Fujimori

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Hace 20 años volvimos a cantar: “Somos libres, seámoslo siempre”. Refugiado en Japón al amparo de su doble nacionalidad, el sátrapa Kenya Minami Inomoto, alias “Alberto Fujimori”, alias “Presidente”, vía fax devuelve la libertad al Perú, luego de tenerlo secuestrado durante 10 años.

Con su renuncia terminó un largo periodo de corrupción, autoritarismo y violación de derechos humanos en el país, como nunca antes se imaginó.

Por fín el Perú se libró del gobierno más corrupto de la historia republicana de nuestro país y el séptimo gobierno más corrupto de la historia de la humanidad.

Los fujimoristas hasta ahora defienden la fuga del exdictador a Japón, junto a sus hermanas y cuñado, para borrar las pruebas de corrupción y planear su estancia en Tokio como japonés.

Su renuncia, sin embargo, no fue intempestiva como pretendía hacer creer el exdictador. Ante el descubrimiento de 48 millones de dólares a su socio Vladimiro Montesinos en un banco de Suiza, y la posibilidad de que fuera juzgado por hechos de corrupción, Fujimori comenzó a borrar las huellas del delito y planear su viaje sin retorno.

El 7 de noviembre del 2000, Fujimori ordenó a sus edecanes que las maletas incautadas ilegalmente en la casa de su socio, y que contenían “vladivideos”, fueran trasladadas al Grupo Aéreo Nº 8 donde el exdictador y su cuñado Víctor Aritomi, alias “Embajador”, aguardaban.

ASÍ FUE LA FUGA DEL EXDICTADOR

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El 9 de noviembre, acosado por la prensa, admitió que había solicitado una autorización para que el avión presidencial aterrizara en EEUU, negando que fuera un plan de escape sino una visita postergada a sus hijos que residían y estudiaban en ese país, con dineros robados de las arcas nacionales.

Después de un silencio sepulcral de 3 días, el 13 de noviembre, y sin mayor anuncio, el exdictador abandonó Palacio de Gobierno para abordar el avión presidencial, mientras sus voceros desviaban a la prensa hacia la casa de verano de su socio.

El pretexto era que viajaba a Brunei para participar en la Cumbre Apec, y luego a Panamá para la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. Sin embargo, el exdictador no viajó a Panamá y sólo permanecería un día en Brunei para finalmente refugiarse en Japón, donde haría valer su condición de ciudadano japonés.

Las congresistas fujimoristas Martha Chávez y María Luisa Cuculiza, aseguraban, para ganar tiempo, que el exdictador retornaría al país para continuar con su mandato. Sí retornó, pero para pagar con cárcel sus delitos.

CARTA DEL EXDICTADOR QUE DEVUELVE LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD AL PERÚ

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Fotos: Internet/Medios