Ricardo Gareca parece que hizo su lista de los 23 convocados para la Copa América en los pasillos de los pasos perdidos del Congreso. Él tiene la sartén por el mango para hacer la nómina, pero también hay reparos a su decisión, especialmente por no tener la valentía de darle a la selección una lavada de cara.
Lo más fácil es tomar a los cuatro fantásticos y parchar la relación con futbolistas en la antesala de la jubilación y dejar fuera a Cristian Benavente, un promisor jugador que tiene un techo enorme.
Ricardo Gareca prefiere a Claudio Pizarro en lugar del “Chaval” cegado por las macizas conquistas del “Bombardero” en Alemania y mira hacia un costado para dejar triste y desolado a un futbolista que no tiene los galones del ariete del Bayern Múnich pero una historia en blanco por escribirse.
Otro que quedó de lado fue Alexander Callens, un mozuelo que no será Héctor Chumpitaz pero reúne condiciones que en la Copa América podría madurar de tener la oportunidad de jugar. Christian Ramos en cambio no tiene nada que mostrar. Lo ha hecho a la saciedad y no acaba por convencer. ¿Tiene corona?
Pedro Gallese y Salvador Libman son los arqueros de moda y han hecho los méritos para estar en el tridente de goleros pero con Diego Penny derrapó feo el argentino porque se caía de maduro que el puesto era para Leao Butrón.
Tampoco es un acierto el llamado de Cristian Cueva, un jugador que no controla sus impulsos, pierde la cordura y en sus explosiones con excesivo material incendiario, puede en cualquier momento ganarse la tarjeta roja.
Se había rumorado que el aliancista a raíz de su comportamiento en el partido ante Garcilaso tenía cantada su salida de la selección pero premian al descocado mediocampista.
En definitiva la selección que da a luz con fórceps no encanta ni atrae a nadie. Le puede ir mal si va con jóvenes pero si le va mal con los “consagrados” es para preocuparse porque con esta misma convocatoria Ricardo Garec afrontará el eliminatorio a Rusia 2018.
De hecho que la Copa América de Chile 2015 huele a fracaso total y ni siquiera podría alentarse que se iguale o mejore lo hecho por Sergio Markarián en la Copa América de Argentina.
Ricardo Gareca es el responsable de lo que pueda pasar con el equipo en un torneo de leones al que asistimos como presas vulnerables ante los depredadores. Todo porque Markarián no tuvo la valentía de echar mano a los jóvenes como ahora donde el “Tigre” le quema la decisión de renovar el plantel.
Por: Hugo Laredo / Foto: EFE
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— Crónica Viva (@cronica_viva) Mayo 25, 2015