DAMASCO.- El Ejército del presidente sirio, Bashar al Assad, desactivó decenas de minas y explosivos en la histórica ciudad de Palmira, arrebatada el último fin de semana al Estado Islámico que destruyó invaluables conjuntos arqueológicos.
Después de varias horas del proceso de desminado, el gobernador de Homs, al Barazi. anunció oficialmente a la agencia Efe que la zona arqueológica está ya limpia de minas y bombas sin que se registren mayores incidentes.
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Los efectivos militares se centraron especialmente en tareas de desactivación de explosivos en el interior y los alrededores de la ciudad, cuyas ruinas grecorromanas son Patrimonio Mundial de la Unesco.
Los zapadores de las Fuerzas Armadas trabajan actualmente dentro de la urbe, donde Al Barazi calcula que acabarán su cometido en los próximos dos días.
Una vez que la seguridad esté garantizada, las autoridades iniciarán la reparación y rehabilitación de servicios básicos como el agua y la electricidad, que según el gobernador podrían restablecerse en una semana. (ECHA – Agencias)