Trump ordena mover retratos de Clinton y Bush de Casa Blanca para no verlos a diario

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Según una tradición que comenzó con el retrato del primer presidente estadounidense, George Washington, del pintor Gilbert Stuart, y que ha vivido hasta los tiempos modernos, los presidentes de ese país pueden exhibir pinturas de sus antiguos homólogos a quienes admiran en la Casa Blanca.

Los retratos presidenciales de Bill Clinton y George W. Bush han sido trasladados de lugares destacados en el Gran Vestíbulo y reemplazados por los de William McKinley y Theodore Roosevelt, informó CNN.

Según el informe, los retratos modernos permanecieron en su lugar al menos hasta el 8 de julio, cuando Trump dio la bienvenida al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a la Casa Blanca. Durante esta visita, Clinton y Bush pudieron ser vistos en el Cross Hall, como lo habían estado durante el mandato de Trump.

CNN afirma, sin embargo, que los retratos se han trasladado al Old Family Dining Room, un área más pequeña y poco utilizada que no suele ser vista por los visitantes, y que no se menciona en la lista de lugares que se visitarán durante los recorridos públicos.

“El presidente y la señora Trump no querían que esa habitación se exhibiera en las visitas públicas”, dijo una fuente oficial, citada por CNN, quien también dijo que la habitación se usa actualmente para almacenamiento.

El informe señala que la colocación de los retratos de Clinton y Bush ahora protege a Trump de verlos a diario.

Actualmente, el Gran Vestíbulo de la Casa Blanca presenta retratos de William McKinley, el 25º presidente de Estados Unidos, asesinado en 1901, en lugar de George W. Bush; y Theodore Roosevelt, el 26° presidente de Estados Unidos, en lugar de Bill Clinton.

Según CNN, Trump da la impresión de estar afiliado a McKinley y Roosevelt, denunciando anteriormente una decisión de retirar y almacenar la estatua del Museo de Historia Natural de Roosevelt en Nueva York, calificando el movimiento de “ridículo”. Trump también pidió cambiar el nombre de Denali (La Gran Madre) de Alaska, la montaña más alta de los EEUU, a Mount McKinley en un intento por revertir los cambios realizados durante la presidencia de dos mandatos de Barack Obama, cuyo retrato no se dará a conocer oficialmente mientras Trump permanezca en la Casa Blanca.

La tradición, iniciada por George Washington, sugiere que cada presidente de los Estados Unidos tiene un retrato oficial, generalmente una pintura al óleo, aunque la adopción de tecnología ahora permite que el retrato sea una fotografía, como será el caso del ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. (Sputnik)